Por Claudio Borrero
Homenaje a la madre tierra colombiana
“¿Por qué continuar acentuando discriminaciones por origen continental, cuando deberíamos hermanarnos con los nativos de este paraíso terrenal sobre la tierra?”
Los llamados ‘españoles-americanos’ debieron aceptar ser reconocidos como criollos, enfrentados a españoles recién llegados en condición de ‘realistas’ defensores del Usurpador Napoleón, causando guerras civiles fratricidas.
Ya cinco siglos pasaron desde que fueron invasores blancos y negros en esta América Indígena. ¿Por qué continuar acentuando discriminaciones por origen continental, cuando deberíamos hermanarnos con los nativos de este paraíso terrenal sobre la tierra?
Reconociendo en conciencia ser los mimados de DIOS, que nos prodigó el mejor espacio terrenal, de variedad climática, paisajística, exuberante en productos de pan coger, viandas regionales envidiables. Pongamos en práctica actos de contrición colectivos, reconociéndonos como verdaderos hermanos en convivencia, haciendo de nuestro paraíso un verdadero remanso de paz colectivo.
Olvidemos certificados de limpieza de sangre, escudos de familia, árboles genealógicos, zalamerías que nos distancian, de los pretéritos remeros negros o libertos blancos de prisiones que condicionados llegaron a poblar y conquistar América, invasiones que cumplen 519 años en territorios de aborígenes auténticos.
Sorprende leer columnista de periódico, descendiente de la invasión blanca, cuando se queja del porqué los indios traten de acomodarse en esta Casa de Santiago de Cali, de seguro ignora la vida del Filósofo Salmantino JUAN SÁNCHEZ DEL VALLE, primer obispo de Nuestra Señora de la Asunción de Popayán, quien fuera trasladado en andas desde San Juan de la Buena Ventura, viéndose obligado a excomulgar a varios conquistadores blancos por su maltrato a los naturales, que según lo escribió quejándose ante el Rey “es cierto los naturales son mas fatigados que los Israelitas en Egipto, principalmente en esta ciudad de Cali, que trata a los indios mas mal que en todas las Indias, según tengo relación de otras partes”
A Indios, negros, blancos, mestizos, mulatos, zambos, sin distinción de nuestra heterogeneidad racial, repensemos porqué llamarnos africanos ? españoles ? cuando de esa manera acentuamos la discriminación, comportamiento que conduce a renunciar a lo que nos une, ser “Orgullosamente Colombianos”.
Pregonemos orgullosamente a los naturales indígenas, como ellos mismos bien lo hacen. A nuestros negros, orgullosamente negros sin que prime su origen continental de Africanos. O a los blancos orgullosamente blancos, sin que sea necesario resaltar su origen Español, o de cualquier otra comunidad europea, morisca, árabe, judía, asiática. Aquí ya todos somos auténticamente hermanos colombianos.