Los ciudadanos que transitan por la calle 13 entre Tercera y Cuarta viven un extraño resquemor al pasar por la calle habilitada en el costado del carril del MIO. La calle en cuestión tiene una naturaleza ambigua. Es, al mismo tiempo, peatonal y vehicular. ¿Cómo puede pasar eso en una zona en la que la ciudad vive sus momentos más dramáticos? ¿Qué tan usual es esa figura?
Los habitantes del sector, que teniendo en cuenta la ubicación céntrica son algunos vendedores y comerciantes de la zona, no notan el problema, acostumbrados como están a la convivencia "pacífica" entre vehículos y peatones. Todo porque las calles del centro de Cali, desde tiempo inmemorial, tienen ese parecido con las películas que le llegan a uno de la India, en las que los carros deben abrirse paso entre calles atestadas de vacas y hombres espirituales con cuerpos famélicos.
Este desorden evidente ha desarrollado una resistencia en los transeúntes del sector. No ven ya la diferencia entre las distintas zonas de desplazamiento. Carretas, bicicletas, motocarros, motocicletas, camiones, camioncitos y demás medios de transporte se apostan a lado y lado de la vía. En los andenes están los vendedores ambulantes, lo cual, como se podría imaginar, le deja solo un espacio para transitar el peatón: la mitad de la calle.
Así, mal acostumbrados, los caleños del sector, y de todos lo sectores ya que es zona común, no se escandalizan por la extravagancia urbanística. Esta calle mixta no dura más de una cuadra, pero es suficiente para confundir a los conductores que bajan por la tercera. ¿Hacia dónde cojo? Veo gente caminado por la calle, que por otro lado, esta adoquinada como si fuera peatonal solamente.
¿Es esta la solución final para el problema de desplazamiento en esa calle específica? Esperaríamos que fuera solo una idea temporal, mientras se les ocurre como finalizar esa calle.
El peligro radica en que los peatones pueden pensar que es solo peatonal y los carros que es solo vehicular. Los accidentes ya se han dejado ver, aunque no de dimensiones escandalosas, ya que por lo estrecho y confuso de la calle, los carros avanzan pro ella a bajas velocidades.
No es lógico que carros y peatones convivan en este bizarro experimento. Los peligros son evidentes, las pelas, los desacuerdos sobre quién tiene la vía. Esperamos la secretaría de tránsito y los entre de ordenamiento territorial definan un naturaleza única para esta calle, ya que algo catastrófico puede pasar cuando un día, un carro a alta velocidad coincida en el espacio tiempo con un peatón, ambos creyendo que tienen la vía.