Por Emilio Escobar Gutiérrez
‘‘…las actuaciones administrativas tienen presunción de legalidad y por lo tanto haremos el cobro…’’
Esta frase lapidaria desnuda la torva intención de mandatarios que creen que, porque fueron elegidos por el pueblo, tienen todo el derecho de abusar de él y, en la mayoría de los casos, hacerse con su botín económico sin que luego nadie pueda reclamarles nada, ni siquiera judicializarlos.
El actual gobierno municipal, haciendo caso omiso del cúmulo de ilegalidades que desde su comienzo ha rodeado el cobro de las mal llamadas “megaobras”, ha evadido reiteradamente su obligación moral de revisar el monto de ese impuesto para llegar a cifras que realmente correspondan a obras que puedan cobrarse por Valorización.
Muchos ciudadanos que siempre hemos cumplido con nuestras obligaciones tributarias pero que en el caso de esta “contribución” de valorización nos hemos opuesto a que nos cobren lo que no nos corresponde, hemos expresado nuestra intención de pago tras la revisión y ajuste de los montos, una vez hayan sido excluidos valores por obras que no se han iniciado, por plazoletas con locales comerciales que rentarán terceros, por repavimentaciones, por reposiciones de redes de servicio público que, según palabras de Miguel Meléndez publicadas en el diario EL PAÍS el pasado 27 de abril, deberán ser devueltas al Municipio por EMCALI, a pesar de haber sido cargadas a los contribuyentes, refiriéndose al mantenimiento de este tipo de infraestructura, así: “los recursos de las megaobras han pagado estas labores, pero ya llegamos a un acuerdo para que Emcali nos empiece a pagar por cuotas”. ¿Cómo así que lo que nos están cobrando indebidamente será devuelto al Municipio por la empresa de servicio público municipal sin que nos acrediten esos valores?
En resumen, seguiremos considerando que, si el gobierno municipal sigue en su proceso de embargo de bienes por lo que no corresponde cubrir a los ciudadanos por obras no aprobadas ni presupuestadas debidamente, por las no ejecutadas o que, en algunos casos posiblemente nunca realizarán, estarán abusando de sus gobernados siendo lo más grave que ni siquiera atendieron sus justos reclamos…. Debe recordar que nadie está obligado a pagar “por lo que no se ha comido”, tal como quien va a un restaurante, pide sólo un plato y le cobran un postre que no consumió, está en todo su derecho a rechazar la cuenta hasta tanto sea rectificada.
Con estas actuaciones, el gobierno del doctor Guerrero se convierte en una pobre continuidad del que estuvo en cabeza de Jorge Iván Ospina…