Entrevista a Jairo Niño es un joven realizador del barrio 7 de agosto. Su cortometraje “Los gallinazos comen ensalada” fue seleccionado entre más de 400 concursantes para ser exhibido e la muestra de de cortometrajes comunitarios de Monterrey, México.
Ce: ¿Qué es lo mejor de haberse decidido por los audiovisuales?
JN: Que tengo pleno control de las situaciones en las que trabajo. O sea, no es solo que sea mi propio jefe, sino que puedo determinar, además, todo los materiales de mi trabajo. Que puedo decidir que filmo y que tapo, que no dejo ver, que distorsiono. Es como si uno hiciera parte de un proyecto, que crea un mundo que el justo como uno lo quiere, por eso me fui por la ficción y no por el documental.
CE: ¿Pero hiciste documentales?
JN: Sí, pero no los he exhibido. Hice uno que fue el que inspiró el trabajo que fue seleccionado en México.
CE: ¿Cómo es eso?
JN: Primero hice unas filmaciones desde la terraza de un amigo, en el que se veía, una señora que lo ponía carne podrida a los gallinazos, en el barrio abundaban mucho en esa ápoca porque al caño no le habían hecho ningún trabajo, y mantenían sobrevolando la zona. La vaina es que uno veía desde la terraza des este pelado, que los gallinazos llegaba a comer, si eso nos parecía una vaina muy loca men… si a los demás vecinos los gallinazos resultaban molestos, ¿esta señora por qué los alimentaba, solo para sentirlos caminar por la terraza?
CE: Y de ahí salió “Los gallinazos comen ensalada”…
JN: Claro, la inspiración fue inmediata. Porque esa señora parecía que les daba ensalada, o sea, no parecía carne, pero pues, nosotros decíamos, tiene que ser carne, sino no estarían comiendo. Y como teníamos unos amigos que en esos días no habían podido conseguir trabajo en un supermercado porque eran de acá del distrito, o sea les dijeron de frente que nos los podían contratar por eso, entonces nos sentimos como los gallinazos, que se alimentan de lo que queda. Y la trama del corto trata de una señora que ayuda a los pelados de una pandilla, que finalmente estaban pidiendo solamente que alguien se encargara de ellos, porque eran solo niños, necesitaba atención, pero les dieron fue violencia. Nos veía como esa señora, dándole apoyo y comida a quien todos rechazan.
CE: ¿Cuándo va a mostrar el corto acá en Cali?
JN: Lo tenemos pensado como para el mes que viene. Vamos a hablar en LA Tertulia, que es donde nos gustaría estrenarlo, peor pues, como es trabajo de nosotros, así como independiente y no de una universidad, no sé que tan fácil sea.
CE: ¿Cómo fue el proceso de hacer el corto?
JN: Como yo solo estuve vinculado a grupos comunitarios, no tuve una formación como realizador. Entonces había un pelado, Jaime Durán, que montó unos talleres de realización en la parroquia, claro, el gringo que estaba a cargo movía muchos esas cosas culturales, siempre las apoyó. Entonces, la iglesia apoyaba esos talleres, en esos talleres hicimos el docu filmando a esa señora dándole comida a los gallinazos y de ahí mismo salió el guión pal corto, como ya te había dicho.
CE: ¿Y la producción?
JN: Un asesor español que trajo la parroquia se hizo cargo de la parte de la producción, y de llevar el corto a México. El fue al que lo presentó al festival de cortos universitarios de Monterrey, donde les gustó mucho la fotografía. Y la propuesta de actores, donde nos salimos un poco del estereotipo del habitante del distrito como una persona sin esperanzas.
CE: ¿Qué proyectos pintan para el futuro?
JN: Por ahora trabajo en otro guión, para hacer un largo. Me presenté para estas convocatorias del FDC con una historia sobre un chofer que quiere se cantante y es descubierto mientras trabaja. Tengo que camellarle bastante pero la idea central ya la tengo clara.
CE: ¿Vale la pena hacer cine en el distrito?
JN: Siempre, aunque yo no he hecho cine. Me gustaría, pero todavía no. Por el momento, que el distrito este siendo retratado, pensado, visibilizado, a través de mi trabajo y el de mis compañeros, ya es mucho.