Vox populi acerca de las elecciones para Gobernador realizada en 5 universidades caleñas. La opinión de 73 estudiantes en 4 preguntas.
Vergüenza es lo que sienten muchos de los universitarios caleños frente a las cámaras cuando se les pregunta por las elecciones del primero de julio. Su ignorancia los hace sonrojar un segundo; pero al final, cuando se alejan de la cámara, les vuelve la sonrisa y el desenfado. Es como si en realidad no les molestara en absoluto.
El abstencionismo en el Valle del Cauca durante la últimas elecciones ha rondado el 50%; pero en esta ocasión, en las elecciones atípicas a la Gobernación, esa cifrá va a incrementarse, al punto de hacer historia.
Caliescribe fue a 5 universidades para tener una idea de cual es el estado del asunto entre los futuros profesionales del Valle. Los jóvenes, algunos decepcionados ya de la política, otros sin noticias de ella, respondieron a las cuatro preguntas que pretendían medir su interés. Y aunque la muestra fue pequeña (apenas 73 entrevistas) deja claro el grado de desinformación.
Los estudiantes, tal vez como la mayoría de nuestros ciudadanos, piensan que su desinformación es responsabilidad del Estado y de los candidatos. Para otros la sola idea de votar se hace ridícula. Aunque la mayoría en realidad manifestó sus deseos de votar, estos han sido dejados de lado frente a la decepción que representa la participación política en un departamento marcado por la corrupción de las últimas administraciones.
Votar en blanco, las esperanzas de los descontentos
Mientras los políticos se alinean y dicen que el voto en blanco no es una opción en las actuales condiciones del departamento, muchos jóvenes manifiestan que están de acuerdo con la idea general. Sienten que en realidad no hay representantes validos y que lamentablemente no los habrá por un tiempo. Sin embargo, es mayor el abstencionismo, y en el casó bastante improbable, de que los vallecaucanos votaran en blanco mayoritariamente, en el departamento se habría gastado en balde una millonada y el Valle seguiría en el limbo político. Aunque sería más apropiado decir: en el purgatorio.
Entonces ¿cómo enfrentar el mayor desafío de estos años? ¿Cómo animar a todos los vallecaucanos a vincularse activamente a la política y remediar décadas de corrupción, violencia, miedo y desinteres ciudadano?
Las respuestas no son de corto plazo. Por ahora el abstencionismo pondrá como siempre la responsabilidad en las manos de los poderosos grupos políticos y económicos que han causado la desgracía. Los mismos que ahora se unen para "salvar al Valle".
Mientras los periódicos se esmeran en promover la “recuperación del prestigio” la “imagen” del Valle del Cauca, los ciudadanos saben bien que esa no es una cuestión de fondo. Y que el problema del Valle no se solucionará en estas elecciones. Si la solución a la profunda crisis social, económica, legal y moral del departamento se resolviera votando el 1 de Julio, el clima sería otro. Los vallunos no son tontos.
No hay quien represente ese cambio, ni siquiera el superficial cambio de imagen que claman los políticos y sus periódicos. Y lo peor, los candidatos son completos desconocidos para los ciudadanos "despolitizados", que son la mayoria de la población. Por ello, las próximas elecciones para Gobernador del Valle, pasan desapercibidas para la gran mayoría de los jovenes y quizas para la mayoría de los Vallecaucanos.