Los vecinos de Santa Teresita hemos estado denunciando la caza ilegal de especies que llegan a los parques de nuestro barrio por parte de personas que no siempre hemos podido identificar.
Hace un año los vecinos habíamos puesto un escaparate de madera en el parque. No era un palomar porque la idea era que vinieran todo tipos de aves y los palomares restringen la estadía de otros tipos de aves, además las palomas espantan al resto, por su número. Pusimos el primero sobre un árbol y después otros. Fue un éxito, venían aves hermosas que nunca habíamos visto, y lo preferíamos así antes de verlas en jaulas y todo eso. No todo los vecinos piensan así, hay señora que todavía usan jaulas y no estamos de acuerdo con esa práctica, ya que es innecesaria.
Pero a pesar de todo nuestro esfuerzo por recrear un ambiente en el que los pájaros se sintieran a gusto, cuyas únicas rejas eran el alimento que les dejábamos, hemos estado viendo que cazan los pájaros que visitan el parque con trampas y hasta con venenos paralizantes. Mi hijo conoció una pareja de recicladores que venían al parque a llevarse los animales que venían a comer.
Parece que otros traficantes de animales, ya con más experiencia han estado poniendo cosas en la comida que se les deja porque hemos encontrado algunos muertos, en cantidades anormales. La semana pasad fueron dos lechuzas, las cuales eran raras por acá hasta que hicimos la tarima con alimento. Suponemos que querían dormirlas para después llevárselas y venderlas. En el centro de la ciudad, y en algunas galerías, hemos encontrado pájaros que usualmente ellos no consiguen y que son los mismos que solían visitar este pequeño refugio.
Los vigilantes que hay en la zona son los de los edificios cercanos y no representan ninguna seguridad para el parque. No hay ningún tipo de control de parte de la policía de fauna, en caso de que todavía exista una. No podemos nosotros amanecernos o pasar todo el día en píe de un árbol. Tenemos obligaciones, trabajos, lo que hicimos con el “palomero” fue una iniciativa de nosotros sin ningún tipo de apoyo por parte de la alcaldía o el Dagma.
Ni siquiera el zoológico es seguro del todo. Han entrado a cazar animales incluso dentro del parque animal. Unos cervatillos fueron las víctimas en esa ocasión. Si no se puede prestar seguridad para los animales dentro el zoológico, ¿cómo será afuera? Todos los del sector supimos de las nutrias de río que llegaron hasta acá. ¿Qué pasó con ellas? ¿A nadie en el municipio le pareció que era un recurso natural, ya escaso, y difícil de encontrar en estado salvaje? Se reubicaron algunas de las que se vieron, pero las demás desaparecieron misteriosamente. Seguro huyeron río abajo. Pero muchos tememos que hayan sido cazadas.
No hay ninguna política para preservar las especies dentro del área urbana. Ni siquiera hay una efectiva contra ese fenómeno en las áreas protegidas. Los esfuerzos ciudadanos no son apoyados por el municipio. ¿Vamos a dejar desaparecer a las especies propias de nuestra ciudad?