El pan de cada día, niños camellosos…
Los Derechos Universales de los niños, niñas y adolescentes promueven su protección, con el fin de que los menores puedan adquirir un mejor desarrollo personal durante esa etapa de la vida, pero ante la seguridad económica de las familias en Colombia se ha presentado el trabajo infantil y éste crece cada día más, tal como si fuera una moda o peor aún, una epidemia.
"Mientras en 2010 el Producto Interno Bruto (PIB) creció en Colombia 4,3%, los niños trabajadores aumentaron en un 34%, lo que cuestiona la utilidad e inversión de esos crecimientos en la erradicación de la pobreza", aseguró Ximena Norato, de la ONG de defensa de la niñez Pandi.
"Registrar un aumento de 34% de niños y niñas trabajando significa que en Colombia, de un total de 15,1 millones de personas menores de 18 años, el 12,2% está apartado, por culpa del trabajo infantil…".
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, que puede resultar perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Aunque no todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil, por lo general la participación de los niños o adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización, se considera positivo. Entre algunas actividades, cabe mencionar las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero sin ser obligados a realizarlas, ayudando en las labores o negocios familiares y resultando remunerados por esas actividades.
Desde mi punto de vista, éste tipo de ocupaciones son provechosas para su desarrollo, pues les proporcionan experiencia y “responsabilidad”, y de una u otra manera les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
Pero hay situaciones y actividades menos favorables y satisfactorias para menores, donde el trabajo sí es peligroso y perjudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño e interfiere en su escolarización; puesto que les priva de la posibilidad de asistir a clases, les obliga a abandonar la escuela/colegio de forma prematura o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que requiere de mucho tiempo.
Siendo en este caso el trabajo infantil la principal causa por la cual los niños dejan ausencia en las aulas de clase. La siguiente tabla revela las estadísticas de no asistencia escolar. (Estudio realizado por el DANE)
En nuestro país el trabajo infantil cobra vida, como lo mencionaba al comienzo de este escrito, generalmente por problemas económicos en los hogares, como en el caso de las familias en las cuales las mujeres son cabeza de hogar y quienes no alcanzan a devengar un salario mínimo suficiente para poder cubrir todos los gastos, entrando a participar aquí los menores, quienes deben abandonar su rol de niños y empezar a prepararse para ejercer un papel de responsabilidad y convertirse en un ser productivo y útil para su familia.
Según el DANE, el 36,1% de los niños y niñas argumentan que trabajan porque deben aportar a la actividad económica de la familia. El 30% dice hacerlo para tener su propio dinero; y otros porcentajes menores, arguyen que el trabajo los hace honestos (11,9%).
En una de mis huídas del trabajo para buscar un momento de esparcimiento y refrescarme, salgo a caminar por las calles del Centro, aunque admito que no es el lugar indicado para distraerse, puesto que sales de una realidad que te abruma, a una donde los problemas y las precarias condiciones de las personas que allí habitan, te consume. Hace un calor brutal y entre cuadra y cuadra mi cuerpo se pone sediento, de repente alcanzo a ver del otro lado de la calle un cubículo lleno de jugo de naranja, me acerco rápidamente a pedir que me vendan un poco y quien me atiende es un niño, pude notar en sus ojos una profunda tristeza, su carita llena de cicatrices me dio a comprender inmediatamente que no lleva una vida fácil, por el contrario podría saber muchísimo sobre lo dura que es la vida para personas que no fueron privilegiadas socialmente.
Efectivamente obtengo mi jugo que por cierto está delicioso, pero algo dentro de mí se preguntaba el motivo o necesidad que llevó a que éste niño en lugar de estar aprendiendo en la escuela o jugando o simplemente viendo tv y haciendo locha; estuviera allí, bajo una sombrilla que lo protege del sol y sirviendo vasos con jugo, aprovechando que no estaba muy ocupado en ese momento, entablé una conversación con él y entonces arranqué con mi interrogatorio:
Tatiana González: ¿Cómo es tu nombre?
Niño: * Julio (Este nombre fue cambiado para la protección del menor)
Tatiana González: Julio me das otro jugo por favor, está muy rico…¿Hace cuánto vendes jugos aquí?
* Julio: Uuuuh no sé, antes vendía en otro lado y luego me vine para acá, pero hace bastantee como desde que tenía 7…
Tatiana González: ¿Y cuántos años tienes ahora?
* Julio: 11, pero ya casi cumplo los 12 años
Tatiana González: Y también estudias o solo trabajas…
* Julio: Si estudio, pero no he vuelto, mi mamá se enfermó y entonces me toca venirme desde temprano para exprimir la fruta para tenerla lista.
Tatiana González: ¿Es decir que a ti te tocó empezar a trabajar para ayudar a tu mamá?
* Julio: Pues yo ya trabajaba ayudándole, cuando salía de la escuela venía y le ayudaba a mi mamá, pero como está enferma ahora si me toca estar desde por la mañana, por eso no volví a la escuela.
Tatiana González: Y en qué año vas, ¿Te gusta estudiar?.
* Julio: En quinto, Si, pues a veces es muy aburridor porque no entiendo unas materias y pierdo exámenes jajajajaa…
Tatiana González: ¿A qué hora te levantas y empiezas a trabajar?
* Julio: A las 6 me levanto y levanto Mauro que a veces me ayuda (Hermano) y a las 7 de la mañana ya estamos aquí exprimiendo la frutaa, para tener jugo hecho, como la gente de los almacenes y todos esos negocios llegan como a las 8:00 am entonces ya a esa hora tengo listo todo.
Tatiana González: ¿Hasta que hora trabajas?
* Julio: Pues hasta que ya venda todo, a veces me voy a las 5 pm, otros días a las 6 de la tarde.
Tatiana González: Y si te va bien vendiendo los jugos, ¿Cuánto más o menos vendes?
* Julio: Pues a veces hay días que se vende más que otros, uuuuh como 50 mil …
Tatiana González: Y tu mamá te paga algo a ti de lo que vendes o se lo das todo a ella.
* Julio: Si, cuando yo venía a ayudarle si me daba algo, pero ahora pues ya se lo doy todo, porque pues pa’ la comida y todo de la casa.
Tatiana González: Y que es lo que más te gusta de tu trabajo
* Julio: Lo que más me gusta es que cuando uno le vende a la gente y hay gente que le dicen a uno que mi Dios lo bendiga o hablan con uno así como usted, porque es yo a veces me aburro aquí esperando y soloo…
Tatiana González: Y de lo que te daba antes tu mamá, tu ahorrabas?
* Julio: Si, todavía hay veces que le echo moneditas…
Tatiana González: ¿Y para que ahorras, que te gustaría comprar?
* Julio: Uuuy una patineta…
Tatiana González: Y que te gustaría ser más adelante, cuando seas grande
* Julio: Me da pena jajajajaaa
Tatiana González: No, dale dale que yo soy todo bien jajajajaaa
* Julio: A mí me gustaría ser narco o cobrador
Tatiana González: ¿Y por qué, por qué gana mucha plata?
* Julio: Siii, aaag es que uno todo tan poquito que vende y trabaja y trabajaa y se cansa y siempre lo mismo que no alcanza, mire por ejemplo mi mamá está enferma y mis hermaniotos y las cosas de la casa y las drogas de ella eso ni alcanza, porque hay que dejar pa’ la frutaa y todo… Y asi entonces ya puedo ayudar a mi mamá y mis hermanitos y pagarles la escuela y pasear, noo mejor dicho de todo podría hacer, y ayudar a los pobres… y además uno a veces pa’ lo que estudia no encuentra trabajo…
Tatiana González: Y no te da miedo, que haciendo eso te hagan algo o a tu familia. Eso es peligroso…
* Julio: No, pues por mi mamá y mis hermanos pues si un poquito, pero por mi no, de todas maneras nos vamos a morir.
Tatiana González: Julio para ti que es el amor
* Julio: Uuuh no sé…
Tatiana González: ¿Y te gustaría casarte?
* Julio: Siii y tener hijos también jajajajaaa
Tatiana González: ¿Y vos crees que es importante estudiar?
* Julio: Sii, pues porque uno tiene que aprender a leer y a escribir y porque pa’ cualquier cosa necesito sumar y pa’ las devueltas y todo eso…
Tatiana González: Si tú pudieras cambiar algo de Colombia o de Cali, ¿qué sería?
* Julio: La economía y el trabajo, aaah! Y los policías porque a veces pa’ dejarlo trabajar a uno quieren que uno les de algo y no aguanta.
Tatiana González: Si, te encontraras la lámpara de Aladin y el genio te dice que te va a cumplir tres deseos, ¿Qué pedirías?
* Julio: Que no se muera mi familia y tener plata para ayudar a los pobres.
Cabe mencionar que quedé profundamente consternada con éste pequeño, que tan solo a sus próximos 12 años de edad, la única salida que ve para dejar atrás la pobreza, es el narcotráfico y la ilegalidad; porque no cree en este Gobierno consumista y excluyente, donde solo pueden disfrutar de una vida plena aquellos que nacen en cuna de oro…
La exclusión y la pobreza se han convertido en una cascada de falta de oportunidades, robándole el sueños a nuestros niños de querer ser Médico, veterinarios, maestros, pues han notado que aun siendo profesionales no se vive bien; la idea de ser policías que es una salida mediática de muchos ni la toman como opción, porque muchos niños al igual que Julio ven día a día que la autoridad, justicia y oportunidad solo existen en las películas.