Por José Antonio Aguilera
Cuando hablamos de biodiversidad nos referimos a las variadísimas formas de vida que se pueden desarrollar en un ambiente natural como ser plantas, animales, microorganismos y el material genético que los conforma. Esta diversidad en cualquier comunidad natural implica un equilibrio del ecosistema en cuestión porque cada especie cumple y desarrolla una determinada función ecológica, por eso es que la pérdida de la diversidad, como consecuencia de la acción voluntaria del hombre a través de la contaminación, caza de especies que se encuentran en proceso de extinción, entre otras cuestiones, alarman muy profundamentey preocupan a aquellos defensores de las mismas y también a aquellos que aunque no lo son no desean formar parte de un planeta devastado y desequilibrado por las maniobras y falta de conciencia de algunos seres humanos en su obrar.
Ahora entremos en unos de los temas dolores de cabeza, en Cali tenemos siete ríos importantes pero solos para disfrutarlo y no conservarlos, ya que solo son pocos las fundaciones o personas que se apersonan en que estos ríos no se agoten entre ellos tenemos rio Pance, Cali, El Aguacatal, Meléndez, Santa Rita, El Lili y el Cañaveralejo, aunque en buena medida aún conservan sus nacimientos en buen estado al nacer en el parque natural “Los Farallones de Cali”, a su paso por la ciudad sufren un nivel de deterioro tal que una potencialidad se torna en un problema antiestratégico que no logrado atenderse, ni priorizarse, principalmente por los problemas de institucionalidad en el sector ambiental, reflejados no solo en la débil capacidad institucional, organizacional y de respuesta del Dagma, sino también en el manejo político y alejado de las prioridades que ha recibido tanto esta entidad como la CVC.
La Empresa de Servicios Públicos de Cali, (Emcali), a pesar que está intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios; están realizando o terminando la construcción de un acueducto en el rio Pance para surtir aguas para consumo humano en el sur de Cali. Este programa se pretende continuar sin estudios y sin contemplar alternativas, para lo que requiere de la concesión de aguas respectivas por parte de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (C.V.C.) y su inclusión en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del Municipio de Cali.Este proyecto amenaza irresponsablemente la violación de derechos e intereses colectivos y la destrucción de una zona ecológica importante, con grave impacto social, ambiental, económico y político. Ya que la C.V.C., no obliga a nuestro municipio la reforestación de las cuencas, tener control de las talas, las construcciones sin los requisitos de ley, el desorden en el sur por tanta proliferaciones de construcciones en 30 años estaremos sin una gota de agua y en un desierto de unas dimensiones desproporcionales.
La inversión estatal en la protección del agua del río Pance y sus otros seis ríos, de sus bosques aledaños y concomitantemente de su biodiversidad, ha sido escasa, por no decir nula. No ha existido un plan coherente y articulado a políticas de protección de la cuenca hidrográfica por parte de las autoridades ambientales. En el año 2006 se contrató la formulación del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica del río Pance, con la firma Funvivir (Contrato C.V.C. No. 0005 de 2006), organización que no ha tenido nada ver con las problemáticas sociales de los pobladores del Corregimiento y mucho menos con la problemática ambiental del río y a la fecha no sabemos qué paso y como se ejecuto este contrato, y lo mas importante en que se beneficio el Rio pance y su comunidad.
La atomización de las organizaciones del corregimiento de Pance, con una población aproximada de 2.500 habitantes, hace presencia alrededor de 42 organizaciones sociales, pertenecientes al movimiento fundacional entre activas y no activas datos tomados de la cámara de comercio de Cali. Sus diferentes objetivos e intereses y algunas permeadas por grupos políticos, hacen más compleja la tarea de trabajar por la unidad de criterios y el desarrollo de un plan único general que genere logros dentro de la localidad. Sin embargo individualmente, todas cifran sus esperanzas en las oportunidades que les brinda el río, situado a diez minutos de la ciudad urbana y el hermoso entorno del Parque Farallones de Cali.
En el ámbito de la sostenibilidad, específicamente en lo ambiental, los factores coyunturales de la crisis del agua han comenzado a sumarse a los problemas estructurales incrementando el reto que la ciudad tiene frente a este tema, la viabilidad de las finanzas públicas sigue siendo el talón de Aquiles de la inversión que es la dinamizadora central del desarrollo de la ciudad y la viabilidad o posibilidad de ser una sociedad equitativa e incluyente no está sustentada aún sobre un pacto social.
Por tal motivo estamos a tiempo en nuestra ciudad de Cali, de corregir estos errores y aprender cada día mas de que el agua es el líquido vital de nuestra existencia, y que no nos vaya a pasar como sucede en Bogotá estaría abocada a un racionamiento en cuatro años, y no precisamente por falta de agua, sino, principalmente, por la creciente contaminación de los ríos que la abastecen: Bogotá y Teusacá. Treinta y cinco estudios sobre las posibles nuevas fuentes de abastecimiento de agua potable para Cali se han puesto sobre la mesa en los últimos catorce años. Mientras se definían soluciones, la ciudad tuvo que vivir 267 suspensiones del servicio durante la última década (esto equivale a un corte de agua cada 16 días, en promedio). Entonces para el futuro de nuestra ciudad que vamos hacer, que vamos a dejarle a nuestro hijos, que estudios está haciendo EMCALI para que el preciado liquido no se agote y evitar el racionamiento, que pedagogía va hacer para sus habitantes no malgaste el agua mojando jardines, lavando fachadas, carros etc., según EMCALI el 2013, pondrán en funcionamiento cuatro pozos profundos de donde se extraerá agua subterránea que servirá para garantizar el abastecimiento continuo al Distrito de Aguablanca. El gerente de EMCALI, Ramiro Tafur, ha informado a varios medios de comunicación que en el 2013 se contraten los estudios para definir otras fuentes alternativas de abastecimiento para Cali, entre las que se perfilan hacer uso del río Timba (Jamundí) y otros afluentes y la posibilidad de captar agua del río Cauca desde otros sectores como Salvajina o Paso de La Balsa.