Por: Lorena Botero
Basado en fuentes de información oficiales, como lo es la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), el World Watch Institute, el Instituto de Estudios Ambientales y la Universidad Libre de Amsterdam, la industria ganadera es la principal responsable del calentamiento global.
El consumo de carne no solo produce un daño enorme al planeta, sino que el sector pecuario genera el 18% de gases de efecto invernadero por encima del sector transporte que produce 13% de gases, medidos en su equivalente de Dióxido de Carbono y esto se evidencia en 6 verdades fundamentales:
1) Las vacas son responsables del 37% de todo el metano producido por la actividad humana. Este gas es 23 veces más perjudicial que el CO2 y se origina principalmente en el sistema digestivo de las vacas: eructando, cagando y tirándose pedos. Solo con eructar una sola vaca está produciendo hasta 700 litros de metano diarios.
2) El óxido nitroso es un gas 296 veces más perjudicial que el CO2 y éste procede directamente del estiércol de cada vaca, que en su composición, el 80% de su dieta de hierba termina como desperdicio. Esto hace acreedor al sector ganadero del 65% de emanación de este gas a nivel mundial.
3) Los campos de cultivos de cereales y soya, necesarios para alimentar a todas los animales que se come el humano, son la principal causa de deforestación en el Mundo. Se necesita alrededor de 7 kg de granos, incluidos maíz y soya para producir solo un kilo de carne bovina. Estamos hablando de miles de hectáreas y bosques tupidos que deben ser talados para cultivar soya y cereales. La grandiosa selva tropical amazónica del Brasil, está siendo destruida para alimentar las vacas, además de transportar el forraje y los granos que por lo general están solo en algunos países. El mundo entero se vuelve una aldea global de transporte de insumos para producir carne, donde no solo se necesita transportar los alimentos, sino los animales que van al MATADERO.
4) La industrialización del sector ganadero ha convertido la calidad de vida de las reses, en un sufrimiento constante desde que nacen hasta que mueren los animales. Se ha cambiado la lógica de “crianza” por EXPLOTACIÓN y tristemente el humano, es el que lleva del bulto comiéndose los animales que han tenido una pésima calidad de vida: vacas, cerdos y aves son criados en un espacio reducido, llenando poco terreno con abundancia de animales y al no poder moverse, gastan menos energía y se engordan más rápido.
5) Los animales son mutilados con el fin de impedir infecciones: a las gallinas se les corta el pico para evitar que se muerdan, a los cerdos se les cortan los dientes, las orejas y la cola. Son castrados y todos estos procesos se realizan sin anestesia. Las vacas son marcadas con un hierro caliente y a las que suministran leche, las tienen conectadas todo el tiempo y todo el día a succionadores artificiales. De nuevo, todo esto contribuye a una pésima calidad de vida de los animales que te comes a diario.
6) El humano con su supuesta inteligencia, debe entender que al comer estos cadáveres, se está comiendo toda la calidad de vida que recibió ese animal, se está comiendo sus temores al sentir que lo van a matar y toda esa adrenalina contaminada, llega al hombre, todo su sufrimiento también es transmitido, experimentado en el humano angustia, tristeza, depresión y enfermedades físicas incurables como lo es el cáncer, entre otras.
Aunque esto parezca una problemática mundial, no es ajena a lo local: Cali y sus alrededores del Valle, son grandes consumidores, productores y exportadores de carne. No solo se esta industrializando el sector ganadero a pasos agigantados, sino que grandes hectáreas de tierra son utilizadas para cultivar y exportar soya y granos, contribuyendo a la deforestación de nuestro verde que poco a poco se agota: racionamiento de agua en las laderas de Cali, bajo caudal del río Pance y altos niveles de temperatura en la ciudad, son tan solo una pequeña muestra de los efectos generados por el consumo de carne.
La invitación es entonces, a reducir el consumo de carne. Está demostrando que si usted deja de comer carne por un día, ahorraría 90 millones de tiquetes para viajar de Cali a New York, y en una ciudad que continúa creciendo y poblándose, la pregunta es, ¿cuántas vacas se van a necesitar para alimentar la población caleña?, ¿cuántas hectáreas de bosque se van a tener que destruir alrededor de la ciudad para cultivar y exportar soya y cereales necesarias para la alimentación del ganado?
Los interesados, pueden aprender más sobre este tema viendo el documental: “Meat the truth”, realizado por la Fundación Nicolaas Gerard Pierson y explicado por Marianne Thieme, líder del Partido Animalista de Holanda, el único partido político del Mundo, defensor de los animales.
El llamado es ojalá a incrementar el grado de consciencia de los humanos que a lo mejor, se logrará en otra vida y no en ésta, pues este tema tan trascendental para el planeta, pasa desapercibido por las bocas humanas y se ignora por completo el famoso refrán que dice:
“El humano construye su tumba con los dientes”.