Por José Antonio Aguilera
Ya te comentamos en la columna de hace ocho días, sobre los cuidados que requieren los rosales, y en el mismo mencionamos que existe una gran variedad de especies. Para despejar dudas y que puedas elegir la más adecuada para tu jardín, en esta nota te presentamos las diferentes variedades y especies de rosales, de acuerdo a sus usos en jardinería.
En cuanto a selección e hibridaciones. Se conocen más de 30.000 variedades o cultivares en el Mundo, y cada año aparecen centenares nuevos. La clasificación de las rosas o rosales desde un punto de vista “jardinero” se hace en 3 grupos: las especies Silvestres de rosas (las que existen en la Naturaleza), los Rosales Antiguos (variedades de rosas anteriores a 1867) y Rosales Modernos (variedades de rosas posteriores a 1867).
Los rosales modernos son los más populares hoy en día, más del 95% de los rosales plantados en el mundo son modernos, y es de ellos que existe la mayor variedad. Esta increíble variación, sin embargo, se divide en 9 a saber:
Rosales Arbustivos:
Son más parecidos a los Rosales Antiguos. Son grandes matas, cuyas alturas varían entre 1,5 y 2,5 m, alcanzando prácticamente el mismo ancho. Presentan flores simples a plenamente dobles, dispuestas en solitario o bien en racimos. La mayoría son reflorecientes, es decir, que vuelven a florecer en el año. Se suelen utilizar como ejemplares aislados en el césped, asociados con otros arbustos que no sean rosales, o setos floridos libres.
Rosales Floribunda:
Es el segundo grupo en popularidad después de los Híbridos de Té. Las flores, a diferencia de estos, son más pequeñas y están en racimos, dando mayor colorido. Son muy florecientes, y los racimos están compuestos en general por 3-25 flores simples a plenamente dobles. El arbusto es de porte relativamente bajo, unos 50 cm de altura, pero hay tipos de 1 m. Se plantan en grupos y para hacer borduras. Conviene no plantar más de una variedad por macizo, para obtener un efecto de masa de color.
Rosales Grandiflora:
Estos rosales se caracterizan por presentar sus flores con formato igual, pero un poco más chicas y agrupadas, dispuestas en corimbo como los rosales Híbridos de té y Floribundas respectivamente. Su principal característica de cultivo es el gran desarrollo alcanzado durante el primer año de cultivo y el gran vigor de crecimiento que hace posible que pueda plantarse en los jardines sin tutor, alcanzando fácilmente una altura superior a 1,80 m. en el primer año de plantación. Su carácter es fuerte por la persistencia de sus colores, la forma de remontarse y la duración de las flores, así como la textura de sus pétalos que hacen que sean considerados como los rosales más modernos.
Rosales híbridos de té:
Este es el grupo más grande de rosas, el más popular y el más conocido. Son arbustos bajos, de 0,5 a 1 m. Las rosas que dan son grandes y reflorecen a lo largo del año, son flores de variados colores, grandes, solitarias, que se forman en el ápice de las ramas, con capullos largos y elegantes. También dan una baya carnosa que se vuelve naranja o roja al madurar. Existen miles de variedades, algunas de las cuales están especialmente creadas para flor cortada. Hay variedades más perfumadas que otras. Viven bien en zonas cálidas y frías, pero donde puedan recibir mucha luz solar. Son en general plantas bastante rústicas que pueden admitir casi cualquier tipo de suelo siempre y cuando no se den condiciones extremas.
Rosales Miniatura:
Son rosales pequeños, de entre 30-40 cm. Son reflorecientes y con ramilletes formados generalmente por 3-11 flores diminutas, simples a plenamente dobles, que se producen en verano-otoño. Presentan también hojas muy pequeñas. Hay muchísimas variedades, y cada vez se están plantando más. Son adecuados para rocallas, borduras, pequeños espacios y también para su cultivo en macetas y jardineras.
Rosales Polyantha:
Son arbustos compactos, muy espesos, cargados de flores pequeñas. Sus ramilletes están compuestos en general por 7-15 flores pequeñas, pentapétalas, simples o dobles. Se plantan en grupos y para hacer borduras. Al igual que los floribunda, conviene no plantar más de una variedad por macizo. También tienen buen uso en ramos.
Rosales Sarmentosos:
Se trata de rosales trepadores vigorosos, con tallos laxos. Producen, principalmente en verano, grupos de 3-20 flores simples a plenamente dobles. Son recomendables para ser instalados en muros, vallas, pérgolas y árboles. Se podrían incluir los Rosales Sarmentosos dentro de los Trepadores, puesto que son muy parecidos, pero los últimos son poco reflorecientes o con una única floración en el año, principalmente en verano.
Rosales Tapizantes:
Estos son rosales rastreros, que crecen desparramados por el suelo. Presentan flores simples a plenamente dobles, en general dispuestas en ramilletes de 3-11 y que aparecen en verano y/u otoño. Algunas variedades dan solo una floración en el año y otras son reflorecientes. Se usan en rocallas, taludes, arriates y cayendo por muros.
Rosales Trepadores:
Los rosales trepadores poseen unos tallos largos que le permiten trepar por pérgolas, paredes, vallas, muros, arcos, columnas decorativas, celosías o porches. Hay variedades de tres tipos: reflorecientes con las flores grandes, reflorecientes con las flores pequeñas, en ramilletes, y no reflorecientes. Estos últimos dan una sola floración al año, en primavera, pero es abundantísima, llegando a cubrir todas las trepadoras de pequeñas flores en ramilletes. Los trepadores por lo general no florecen hasta el segundo año de su plantación. Sus rosas son idénticas a las de los rosales arbusto. Muy fuertes y floríferos, cubren superficies grandes. También se cultivan en tiestos o jardineras profundas para decorar terrazas. Las rosas crecen muy bien en casi cualquier lugar fuera del trópico. En climas calurosos y secos prosperan y florecen tanto que tienden a tener una vida más corta. Si se les priva de agua entrarán en estado de reposo y perderán las hojas en verano, pero florecerán de nuevo en otoño.
Distintas formas de distribuir las rosas
Algunos tipos de rosas, gracias a sus características, se prestan mejor para cierto tipo de distribución. Las formas de plantar rosas en el jardín son varias, pero pasaremos a resumir algunas de ellas. Son las plantas más románticas y duraderas de todas las que existen en el jardín son las rosas. Gracias a su belleza y su perfume, siempre han sido cultivadas para ser exhibidas. Seguramente, si tienes algunos matorrales los cuides como a ninguna otra planta y estás orgulloso de ellos. Sin embargo, es posible que no hayas prestado atención la disposición que les has dado en tu jardín. ¿Sabías que es posible crear efectos únicos a la vista con tus rosas favoritas? Aquí van unos pequeños consejos.
Rosas en cascada
Uno de ellos puede ser en cascada: las rosas cubresuelos trepadoras exhiben mejor sus flores si los tallos caen con esta forma. Para lograrlo, prueba a plantar los tallos de la flor en la parte superior de pendientes o bancos, donde cubrirán el suelo, echando raíces a medida que avanzan, para crear un elemento horizontal fuerte.
Rosas en llanto
Una alternativa a la cascada es el “llanto”, una forma de disponer las flores que emula lágrimas que caen. Este estándar es el que mejor hace lucir a las rosas cubresuelos rastreras. Cada vez que mires en dirección a las flores verás una verdadera lluvia de rosas. Para crear un efecto aún mejor en la decoración de tu jardín, prueba a combinar matas de distintos colores.
Buenos Amig@s espero que cada semana estén reorganizando sus jardines, gracias de nuevo por sus comentarios. Hasta la próxima.