Emilio Escobar Gutiérrez
Quienes detectan el poder o están en una posición dominante, definitivamente pierden la capacidad de obrar con justicia y milimetría, como es bien fácil imponer normas y leyes sin la defensa de quienes van a resultar afectados, olvidan que Derechos y Deberes deben ir en doble vía para mantener la convivencia y la paz.
El señor Gerente de EMCALI, entidad de la cual supuestamente somos “dueños” los caleños, quiere imponer la dictadura de los CORTES DE SERVICIO ante la primera factura impagada, sin tener en cuenta la trayectoria de cumplimiento del cliente, olvidando que esta empresa de servicios públicos fundamentales, en un pasado ya no tan cercano, decretó un “ahorro” obligado cuando tuvo dificultades y recaudó unos dineros importantes que aún no ha devuelto a sus “contribuyentes” ni determina cuándo lo va a hacer, desconociendo que no toda la gente está todo el tiempo en su casa o en su oficina así que, cuando sale de viaje de trabajo o de placer, tendría que regresar en una fecha tal, que le permita pagar “oportunamente” su cuenta de energía y agua, o sufrir el castigo de unos infames costos de reconexión, tras cubrir además unos abusivos intereses y sanciones..
Es bien sabido que el gobierno aplica todo su rigor cuando de cobrar y sancionar se trata, así sea por un día el “incumplimiento” de sus gobernados en el pago de impuestos o cualquier otro tipo de obligaciones legales, pero es completamente impasible y relajado para cumplir con sus compromisos, tanto monetarios como de planes de obras o servicios. Así, cuando usted, sufrido “paga impuestos”, se pasa un día en el pago de cualquier obligación fiscal frente al Estado, será sometido de inmediato al castigo de los más altos intereses que la Ley haya prescrito, pero cuando es al contrario y es el fisco el que debe devolverle a usted, por ejemplo, un exceso de dinero retenido en la fuente generalmente por sobrevaloración del estimado de su utilidad personal o comercial, se toma todos los meses posibles para recibirle su justa solicitud, le amenaza con una “revisión minuciosa” de sus declaraciones de impuestos para ver si lo puede “pillar” en alguna imprecisión, según sus funcionarios, para negarle sus pretensiones y de paso, sancionarlo.
Con estas medidas el ciudadano que ha pagado de más, generalmente renuncia a su derecho de reclamar devolución alguna, pero si persiste en su intención de recuperar lo que le han quitado injustamente, deberá someterse a engorrosas citas para que le digan en cuántos meses después le reintegrarán su dinero, sin reconocerle intereses ni indexación alguna; además de obligarlo a recibir, no moneda contante y sonante, sino bonos del Estado que deberá redimir en entidades financieras que, de “ñapa”, le cobran comisión por esta operación.
En esta oportunidad, esperamos una acción firme de parte de la Alcaldía de nuestra ciudad para controlar al desaforado Dr. Ramiro Tafur en su afán de atropellar al ciudadano corriente, para que se dedique, más bien, a recuperar cartera perdida de grandes consumidores y controlar el abusivo robo de agua y energía por parte de inescrupulosos que realizan conexiones fraudulentas para sus viviendas, sus negocios de ventas ambulantes o su servicio de lavado de carros en las calles; de tal manera que no lo vayan a acusar de perseguir específicamente, bien sea a los ricos empresarios o a los pobres rebuscadores, ya que el cumplimiento de normas y leyes debe ser obligación de ciudadanos de cualquier estrato social.