*Ana Lucia Arango M.
Economista
Es importante que recordemos que la economía Colombiana desde el año pasado se desaceleró e iniciamos este año con una mayor caída del crecimiento económico frente a iguales periodos del año anterior, por lo que la desaceleración será un poco más pronunciada de lo previsto. Han fracasado las cifras del gobierno, la junta del Banco de la República y de los principales bancos del país.
Es importante que recordemos que la economía Colombiana desde el año pasado se desaceleró e iniciamos este año con una mayor caída del crecimiento económico frente a iguales periodos del año anterior, por lo que la desaceleración será un poco más pronunciada de lo previsto. Han fracasado las cifras del gobierno, la junta del Banco de la República y de los principales bancos del país.
El sector manufacturero enfrenta una situación difícil, que ha empezado a afectar su desempeño, ya que el crecimiento en producción y ventas que estuvo por encima del 5% en el año 2012 manteniéndose estable, ahora se sitúa por encima del 2% en producción y al 4% en ventas.
Dentro de la desaceleración económica, encontramos la debilidad en la ejecución de obras de infraestructura, lo que incide negativamente en los ingresos de las constructoras. La dinámica de las edificaciones en Colombia y sobre todo en nuestra ciudad se verá afectada ante esta situación. Esta locomotora debería tener mayor dinámica.
Las textileras, hace más de un año que continúan con la tendencia negativa, debido a la fuerte competencia que representan las importaciones y aún más con la apertura económica. No se vislumbra otro escenario y con esa revaluación, menos.
Los impactos significativos de la crisis externa se han sentido en nuestro País y se podrán acrecentar durante el resto del año. La recesión que viven los países industrializados y la caída de los precios de las materias primas, de manera especial, el petróleo, nos está perjudicando en nuestro desempeño macroeconómico.
Somos conscientes, que a medida que pasa el tiempo, esté el país en desaceleración económica o no, seguimos con los mismos problemas en nuestra ciudad:
– El número de desempleados es el más alto del país entre grandes ciudades y con una informalidad preocupante, que la vemos en las calles día a día.
– Las empresas siguen realizando re – estructuraciones, lo que se hace es recortar personal, por la caída del consumo en el mercado interno o hay disminución de actividad, lo que provoca más caída.
– Los no pagos de hipotecas y préstamos de dudoso pago crecen cada día más, con carteras que ya preocupan y las ayudas del Estado no aparecen si no en publicidad.
– Los establecimientos comerciales pequeños y medianos deben cerrar por la competitividad, y qué decir del ingreso de las mercancías extranjeras a precios tan favorables, que están acabando la industria nacional y el empleo.
Por ello, el único escenario económico posible es preocupante, lo que no nos permite a los ciudadanos adquirir nuevas deudas y más aún, por artículos de consumo no necesario.