Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Como caleño me cabe la responsabilidad de hablarle claro a los conciudadanos, más aun cuando se acaba de inaugurar como bombos, platillos, orquestas y bailarines, la Plazoleta Jairo Varela, que tanta difusión mediática tiene; con un esquema jurídico, económico, comercial y de espacio publico muy controvertido y que no se debe repetir.
Definamos que es el proyecto de la plazoleta:
Un espacio publico localizado frente al CAM, desperdiciado en niveles internos para garajes públicos; con locales comerciales y un cine foro; con una estructura metálica costosa y ociosa, decretada como megaobra para ser construida con la valorización según el Concejo y el alcalde Municipal del 2008, a un costo inicial de $17 mil millones y ahora se invirtieron $34 mil millones.
Primera pregunta: ¿Si el Municipio tuviera esa plata, escogería como obra prioritaria esta obra? O la pavimentación de un barrio de las comunas de estratos 1 y 2 o del 6, donde también hay cuadras sin pavimentar? O escogería la inversión en mejorar escuelas, todas ellas destruidas? O escogería inversión en seguridad, por ser la ciudad mas violenta del país? Tendríamos infinidad de preguntas para hacer y responderíamos con seguridad lo mismo, primero lo prioritario.
Segunda pregunta: ¿Como la valorizaciòn son dineros de los contribuyentes, usted aprobaría que su plata se convierta en garajes, locales y cine foro para alquilar, con espacio público? La respuesta es y tiene que ser: NO. Ese tipo de proyectos se financia en el mundo con recursos privados, se le da en concesión el proyecto, para que construya y se pague con el usufructo del garaje publico y locales comerciales.
Por ello, este modelo no se debe repetir, como tampoco la manera como se compró ese lote en un Diciembre de 1992 (Gobierno del Dr. Guerrero), escandalo conocido como la casa en el aire, con altísimos sobrecostos en los predios, que tumbó un candidato a la alcaldia; tampoco repetir la mala costumbre del gobierno pasado y de éste de escoger diseñadores y concesionarios a dedo.
No hablo del Arquitecto diseñador de la plazoleta Harold Martínez, preciso que es sobre su escogencia sin concurso publico para diseñar la plazoleta; ni hablo de la Corporación para la Recreación Popular, quien fue la seleccionada a dedo por la alcaldía para administrar los negocios comerciales del espacio publico( garajes, locales, etc).
No me atrevo a errar afirmando que en el mundo hay más de 1.000 ejemplos de plazas públicas, que se convierten en plazoletas y parqueaderos públicos con inversión y administración privada. Luego con èsta discutida obra, se nos tomaron $34 mil millones y lo que falta de recursos económicos para terminar la PLAZOLETA JAIRO VARELA, proyecto que nunca se debe repetir en la ciudad. No me equivoco en afirmar, que esta misma obra se hubiera hecho sin un peso, pues los empresarios son felices invirtiendo con su responsabilidad social en este tipo de iniciativas o construyendo en un negocio rentable, previa conservación de un mejor y renovado espacio publico.