*Leidy Johanna García
Comunicadora Social
En el Marco de la VII Cumbre de la Alianza del Pacifico desarrollada en la ciudad de Cali se reflexionó mucho en torno a la proyección de la ciudad no solo a nivel nacional sino internacional, lo cual debería involucrar la educación como pilar de desarrollo a corto, mediano y largo plazo. No se puede pensar en una competitividad empresarial sin nivel académico y sin valores agregados como resultado de su formación integral.
El primer mandatario del Perú Ollanta Humala Tasso afirmó en reunión con los empresarios que "América Latina apostó a los recursos naturales – el caucho, el oro, el cobre -, y que es hora de apostar a la educación, a la ciencia y la tecnología, la creatividad y la imaginación”, contrario a esto Cali le sigue apostando a las ciudadelas educativas en donde prima la cantidad de estudiantes que pueden albergar. A esto precisamente hizo referencia el Presidente de México Enrique Peña Nieto para que no se le apueste más a la cobertura sino a la calidad educativa, para logar educandos que estén preparados para los retos del mundo moderno.
El Presidente de Chile Sebastián Piñera reafirmó que “se necesita educación con miras a combatir la desigualdad”, contrario a lo implementado en Cali donde quieren sacar de la pobreza a las familias a través de la gratuidad, solución inmediatista que en lugar de capacitar para el trabajo y generar fuentes de empleos con los cuales cada ciudadano acceda a una vivienda y a una calidad de vida digna, lo que hace es reforzar la cultura del mínimo esfuerzo. Según el primer mandatario Chileno en su país están “trabajando para abrir las economías, ser más estructurados en un nuevo mecanismo de generar empleo y pagar bien. La educación debe tender a educación para el trabajo y el conocimiento. Igualmente, estamos trabajando para incorporar a todos al esfuerzo del bloque económico, al tiempo que se busca lograr que todos sepan que estamos trabajando para disminuir la desigualdad” y agregó que sólo se logra a través de la educación con calidad.
El Valle del Cauca y en especial Cali no puede seguir evaluando su progreso en inauguraciones de colegios grandes y túneles largos. No se puede pretender embellecer a Cali solo con bancas y el civismo no puede verse reflejado en un día sin clases. Las Megaobras de impacto social también son una gran apuesta, pues la modernización de la ciudad no la van a dar las estaciones del transporte masivo, sino las generaciones competitivas que con el uso de las herramientas tecnológicas lideren procesos de innovación y progreso para todos.
Cali debe prestar atención a las exigencias del mundo actual y no conformarse con ser sede de grandes eventos sino hacer que a nivel mundial sea reconocida por su gestión y competencia. Es preocupante que se prioricen las esperanzas en la caña de azúcar para la exportación y no en los nuevos profesionales cuya deserción en Cali es la más alta del país con un 13%. No sólo es importante la adquisición de equipos tecnológicos y la firma de convenios, se debe preparar a la juventud para que se enfrente con suficientes herramientas al progreso.
Para que Cali sea una ciudad de conocimiento con la visión de la alianza del pacifico, debemos implementar una política educativa que responda a las exigencias mundiales. Que las reflexiones de los mandatarios que visitaron nuestra ciudad en esta semana continúen presentes en las proyecciones sociales y los planes de desarrollo y que estos transciendan después de las campañas políticas con un verdadero compromiso por parte de las autoridades competentes, las instituciones educativas, las familias y por supuesto los estudiantes.
El llamado de los mandatarios, fue un clamor unido por empresarios que reconocen en la formación académica la alternativa efectiva para combatir la desigualdad, la violencia, el desempleo, la pobreza, entre otros flagelos de nuestra ciudad. Que la inversión del capital no sea sólo en infraestructura, porque debemos construir ciudad, pero antes debe educarse a los ciudadanos.