Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Como en la parábola, evangelizada por San Lucas, la ciudad de Cali y el Alcalde Guerrero, representando al padre misericordioso, han recibido la hija prodiga, quien tras una vida de derroche y libertinaje, cae en miseria, reflexiona acerca de su provecho personal y cae en cuenta que le traerá mayor bienestar regresar donde el padre que seguir por su cuenta.
Después del jolgorio, las celebraciones por su regreso, las múltiples manifestaciones de quienes se atribuyen, en forma pomposa y equivocada, ser autores de su devolución, la responsabilidad de la ciudad y su administración municipal es monumental.
Aunque algunos indicadores presentados por la Superservicios, administradora e interventora, durante los últimos trece años, son de resaltar, la empresa afronta unas dificultades, retos y dificultades que debe concluir. Indudablemente la estructura financiera de la empresa, con generación de utilidades el año pasado, una proyección similar en lo transcurrido del año, un bajo pasivo con el sector financiero es quizás la mayor fortaleza con la que se recibe la empresa.
El mayor reto indudablemente es ejecutar, poner en funcionamiento y vigilar el cumplimiento del código del buen gobierno. La magnitud de los valores objetos de la contratación de la empresa, acompañados de una normatividad propia, son la tentación que desbordó la ambición del interés particular. Se desarrollaron proyectos que deterioraron el proceso de la entidad, sobre costeados, de eterna ejecución y de insulso resultado. Encontraron en la administración y la clase política, que regentaba sus destinos, la avaricia y egoísmo que ensombrecieron la contratación, perdiendo transparencia, eficiencia e idoneidad con el resultado de la intervención.
Aunque el componente de telecomunicaciones ha recibido la mayor atención, la decisión de su destino corresponde a una situación estructural del sector, subordinado al interés del sector multinacional de las comunicaciones. Ellas encontraron, en el país, terreno abonado para cosechar los avances tecnológicos que requerían decisiones acordes a la velocidad del desarrollo del sector. Se aprovecharon de los procesos paquidérmicos de la contratación y capacidad decisoria estatal para rápidamente dominar y subyugar el mercado local, acompañados de una favorable Ley de TICS de valioso beneficio para sus empresas. Desafortunadamente para la ciudad, los años de intervención, la dejaron a la deriva sin poder actuar e intervenir en el creciente e innovador sector de telecomunicaciones. Sin embargo su fortaleza radica en una infraestructura de cubrimiento en la ciudad y la no despreciable cifra de suscriptores de telefonía fija e internet. La decisión de escindir el componente corresponderá a un profundo y juicioso análisis de las posibilidades de alianzas estratégicas o intercambio de posiciones accionarias en otras empresas del sector, entre otras.
El mayor crecimiento de la empresa corresponde al componente de Acueducto y Alcantarillado, donde la oportunidad es infinita. El negocio de agua es y será el más importante del siglo XXI. Aunque la búsqueda de nuevas fuentes debe continuar, aprovechando la riqueza hídrica departamental, la prioridad y mayor reto es recuperar el 51% de agua potabilizada que la empresa pierde y no puede facturar, estimada en la no despreciable cercana a $ 500 mil millones anuales, con el resultante de catapultar ingresos, consecuentemente utilidades, acometer las inversiones necesarias en reposición de redes, aprovechar eficientemente la capacidad instalada de sus plantas de potabilización y manejo eficaz de las plantas de tratamiento residual.
La oportunidad de generación de energía, aprovechando fuentes hidroeléctricas y alternativas como energía solar, eólica, biogás de rellenos sanitarios y cogeneración con el sector agroindustrial pueden convertir la empresa en generadora neta y así aprovechar su infraestructura de distribución, de envidiable cobertura. Al igual que el componente de agua, afronta un reto y oportunidad de disminuir las perdidas, no facturadas, de aproximadamente un 30%.
La intervención debe servir de enseñanza para no cometer los errores del pasado, caer en tentaciones propias de una entidad estatal, y vislumbrar el futuro de la empresa con optimismo, dedicación y eficiencia.