
2. La carencia de estudios definitivos con ingeniería de detalle que permitiera a los concejales conocer el valor definitivo de las obras como lo exige la ley, poco importó como tampoco el que la normatividad no permite la autorización de vigencias futuras excepcionales en forma continua y permanente como ha sucedido con las mega-obras, para las que el concejo de la ciudad había autorizado tal figura que expira a finales de 2013, y nuevamente mediante simple acto de autoridad comprometen presupuestos futuros.
3. Tampoco fueron estudiados ni discutidos los efectos que sobre EMCALI y sus finanzas genera la obligación impuesta de aportar al proyecto más de trescientos mil millones de pesos, repitiendo la historia de convertir a la empresa de servicios en la caja menor de los alcaldes.
4. Con dicha aprobación el Municipio de Cali entrará en una espiral de endeudamiento sistemático que agravará aún más su situación fiscal y presupuestal, lo cual traerá como consecuencia la necesidad de recortar los recursos para atender aspectos fundamentales en materia de inversión social, en tanto que la situación económica de los propietarios y poseedores de inmuebles en la ciudad se agravará poniéndose en riesgo su derecho a la vivienda y con ello deteriorándose su bienestar general.
VEEDURIA CIUDADANA POR LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA SOCIAL