 En una economía de mercado dentro de un estado social de derecho se debe trabajar al igual sobre los indicadores macroeconómicos, inflación, PIB, tasas de cambio y de interés, como del coeficiente de desigualdad, de la reducción de la pobreza, porque este es el verdadero problema de Colombia, hecho que no se puede resolver sin trabajar todas las variables económicas y sociales juntas. Llevamos muchos años discutiendo la tasa de cambio, no se interviene  y apenas varía $30, eso es muy pequeño para tener impacto. Lo mismo sobre las tasas de interés y no hay verdadera intervención del estado.
En una economía de mercado dentro de un estado social de derecho se debe trabajar al igual sobre los indicadores macroeconómicos, inflación, PIB, tasas de cambio y de interés, como del coeficiente de desigualdad, de la reducción de la pobreza, porque este es el verdadero problema de Colombia, hecho que no se puede resolver sin trabajar todas las variables económicas y sociales juntas. Llevamos muchos años discutiendo la tasa de cambio, no se interviene  y apenas varía $30, eso es muy pequeño para tener impacto. Lo mismo sobre las tasas de interés y no hay verdadera intervención del estado.
El crecimiento de la economía y la inversión en programas sociales deben ir de la mano, porque nuestra política tiene un componente macro muy fuerte relacionado con estos cambios, pero también tiene un componente micro. Un crecimiento de la economía que no sea redistributivo no tiene ningún valor. El objetivo final de una sociedad tiene que ser el desarrollo humano.
Estudios muestran que un alto crecimiento económico no necesariamente se traduce en desarrollo humano, mayor equidad o reducción de la pobreza. El crecimiento es importante, pero tiene que ir complementado con un desarrollo más social-humano.
 Según la nueva metodología de la MESEP (Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad), la pobreza y la miseria han disminuido, pero  persisten grandes diferencias entre regiones y entre las zonas urbanas y rurales. El valor de la línea de pobreza en las zonas urbanas supera el de las zonas rurales. Las familias campesinas tienen ingresos inferiores al valor de la línea de pobreza rural. La intensidad de la pobreza es mayor en el campo que en las zonas urbanas. Dando por ciertas estas cifras, lo importante es atender un desarrollo económico con justicia social, no puede ser que sigamos en el Gobierno Nacional y la gran prensa pontificando con “mutuos elogios” por tasas de desempleo de un digito, cuando el subempleo y la informalidad bordea el 50%. En el solo Cali, en cifras oficiales la tasa de desempleo bordea el 15% y la informalidad laboral el 55%, es decir que de 100 personas económicamente activas, 70 están desprotegidas socialmente. El ingreso familiar y la protección social en Colombia indica que nuestro país es de pobres y desigual. A luchar contra este flagelo.
Según la nueva metodología de la MESEP (Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad), la pobreza y la miseria han disminuido, pero  persisten grandes diferencias entre regiones y entre las zonas urbanas y rurales. El valor de la línea de pobreza en las zonas urbanas supera el de las zonas rurales. Las familias campesinas tienen ingresos inferiores al valor de la línea de pobreza rural. La intensidad de la pobreza es mayor en el campo que en las zonas urbanas. Dando por ciertas estas cifras, lo importante es atender un desarrollo económico con justicia social, no puede ser que sigamos en el Gobierno Nacional y la gran prensa pontificando con “mutuos elogios” por tasas de desempleo de un digito, cuando el subempleo y la informalidad bordea el 50%. En el solo Cali, en cifras oficiales la tasa de desempleo bordea el 15% y la informalidad laboral el 55%, es decir que de 100 personas económicamente activas, 70 están desprotegidas socialmente. El ingreso familiar y la protección social en Colombia indica que nuestro país es de pobres y desigual. A luchar contra este flagelo.
Las particularidades estructurales de las regiones, sus niveles socioeconómicos, la pobreza y la desigualdad, han afectado directamente el desarrollo económico del país, indicando que el acceso a factores de producción, inseguridad urbana, guerrilla, grupos delincuenciales al margen de la ley, cultivos ilícitos, corrupción y debilidades institucionales, afecta negativamente el crecimiento económico y posibilidades de bienestar de los colombianos. Aquí está la verdadera lucha, contra todos los fenómenos de violencia y una justicia eficiente.
La desigualdad estructural limita la efectividad de la reducción de la pobreza vía mayor crecimiento económico, ya que sus beneficios no llegan a toda la población por falta de capacidades de absorción de los mismos.La desigualdad, como sabemos, sigue siendo uno de nuestros mayores problemas.
El Gobierno es débil en las zonas rurales, por ello el paro agropecuario, no hay mucha infraestructura social a disposición, cuesta más trabajo llevar servicios sociales, hacer casas es más difícil. En las 13 ciudades principales los niveles de pobreza extrema son del 3 %, pero en el campo se esta con niveles superiores al 20 %.
Si el Gobierno realiza un mayor esfuerzo en la economía productiva del país, tendremos acceso a empleo digno, educación de calidad, acceso a una pronta y adecuada prestación del servicio de salud, alimentación nutritiva y emprendimiento para tener trabajo e ingreso digno en las familias, se impulsara el desarrollo social y bienestar del colombiano y de esta manera se reducirá la pobreza.
En el gobierno Santos tenemos la prueba que esta lucha económica y social no fue suficiente, según las encuestas ha perdido el examen, donde la calificación de su gestión sigue siendo negativa. Luego el éxito de su relección o del triunfo de un opositor, depende derrotar con propuestas creíbles al 50% de colombianos que rechazan a todos los candidatos, con el voto en blanco y de los indecisos.