*Por Humberto Giratá
Los procesos de integración económica tienen el propósito de unificar mercados y a través de este medio, la universalidad de valores culturales y sociales para conformar un solo tipo de sociedad a nivel mundial. A través de los tratados de libre comercio e integraciones regionales, con intereses comunes, se está avanzando en la globalización.
Colombia no ha sido la excepción y ha suscrito acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros países y actualmente, está consolidando la denominada Alianza del Pacífico, bloque regional que convoca los países de la cuenca del océano pacífico en América y Asia.
La Alianza comenzó en Abril de 2011 y se formalizó con la firma de un acuerdo en junio de 2012 en Chile. En la VIII Cumbre del Pacífico, realizada en Cartagena con la presencia de Chile, Perú, México y Colombia, se suscribió un acuerdo que libera el 92% de las partidas arancelarias y eliminar gradualmente el 8% de productos denominados “agrícolas sensibles", como maíz, trigo, banano, café, fríjol y papa en un plazo máximo de 17 años del comercio intrarregional.
Referente al impacto en nuestro país, según datos del Ministerio de Comercio, el sector agrícola corresponde al 8% de los bienes incluidos en la negociación y en él se acordaron plazos largos de desgravación, hasta 17 años con períodos de gracia de hasta 12 años para productos como el maíz, carne de bovino (10 años con cinco de gracia) y carne de cerdo (cinco años de gracia), entre otros.
Con esta medida se aspira a blindarse ante la volatilidad de la economía mundial, originada por los precios del petróleo, las decisiones monetarias de Estados Unidos y la fragilidad de las bolsas de valores en el mundo.
Los beneficios están reservados exclusivamente para los países miembros, pero pronto se integrará Costa Rica, país que cuenta con tratados de libre comercio con China y Singapur – dos de las economías más activas de Asia y ha consolidado una industria que ofrece bienes de alto valor agregado.
Por lo anterior, el papel que está llamado a representar es fundamental, porque la Alianza del Pacífico representa la octava economía del mundo y la séptima potencia exportadora. En América Latina y el Caribe, el bloque conforma el 36% del Producto Interno Bruto (PIB), concentra el 50% del comercio total y atrae el 41% de los flujos de inversión extranjera directa que llegan a la región.
Además de los acuerdos económicos, se han aprobado la eliminación de las visas y adelanta legislaciones similares en el mercado laboral, los planes de estudios superiores y otras órdenes de la vida comercial.
No obstante, las promesas consignadas en la Alianza del Pacífico aún tienen muchas tareas pendientes. El acuerdo todavía debe ser aprobado por los Congresos de los países integrantes para que pueda ser vinculante, por lo que se estima que entrará en vigor sólo hasta el 2015.
A pesar de las diferencias culturales, los hispanoamericanos se están preparando para obtener beneficios económicos, vuelve a brillar la incertidumbre de las desventajas que en asuntos de competitividad tiene Colombia con las economías que tiene o van firmar tratados de libre comercio.