Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Con el sol a sus espaldas y en el ocaso del gobierno, el médico Guerrero ha comenzado mal su último año de gobierno.
En las últimas mediciones de gestión y favorabilidad de Alcaldes obtiene la puntuación más baja entre las grandes capitales del país. Difícil tarea tiene para mejorar su posicionamiento.
Si quisiera contrarrestar dinamizando la ejecución presupuestal la ley de garantías, que regirá a partir del segundo semestre del actual año electoral, frena la contratación, impidiendo mostrar obras en los escasos 150 días de ejecución contractual. Concluido este periodo en Octubre, con nuevo alcalde electo, difícilmente podrá iniciar nuevos procesos contractuales.
El proyecto de mayor impacto medioambiental y protección de la ciudad contra desbordamientos, interviniendo el jarillón del rio Cauca reubicando aproximadamente 6700 residencias, ha encontrado tierra fértil en los juzgados suspendiendo el proceso mediante fallos adversos a la necesidad ciudadana. Los recursos aportados por la nación en cuantía de $ 800 mil millones están en riesgo por la no ejecución del proyecto.
Similar situación se presenta con en el ambicioso mega proyecto de renovación urbana “Ciudad Paraíso”, comenzado en la anterior administración. Una comunidad indígena, aprovechada por habilidoso abogado, ha logrado dificultar el proceso de reubicación provisional frenando el inicio de la construcción de la estación central del SITM, nuevas instalaciones de la Fiscalía, centro comercial y edificios residenciales.
La imperativa socialización de ambos procesos de reubicación debe ir acompañada de una ofensiva jurídica con el fin de dar continuidad en el tiempo restante del año.
Las 60,000 soluciones de vivienda ofrecidas en campaña solo serán ejecutadas en un 10%, dejando un cuantioso, desastroso y acumulado déficit habitacional. Esta situación incentiva la proliferación de invasiones informales con el negativo impacto en la demanda de servicios públicos, deficiente infraestructura e incremento de informalidad e inseguridad. El mega proyecto de Ciudadela Calida, en el oriente de la ciudad, esta aun sin despegar, pese a las buenas intenciones de la administración.
Dejará a su sucesor el nudo gordiano del inconcluso paquete de mega obras y consecuentes líos jurídicos y presupuestales. Pendientes quedaran la prolongación de la circunvalar del sur, ampliación de la Carrera 80, Vía a La Paz, puentes sobre la Autopista Sur Oriental, Carrera 80, Simón Bolívar con Calle 100, la entrada de la Portada al mar, entre otras.
La mal llamada “segunda fase” solamente se ha iniciado con la construcción de la solución vial de la Carrera Primera con Avenida Ciudad de Cali, pero desafortunadamente, la improvisación, imprevisión y falta de planificación oportuna en reubicación de redes retrasará la entrega de la obra prevista dentro del periodo del actual alcalde.
El proyecto del Parque Rio Cali sufrió un impactante revés. Ante la falta de garantías ofrecidas, al proceso licitatorio no se presentaron proponentes, declarándose desierto el concurso.
Espere en segunda entrega, la continuación del resto de obras y proyectos inconclusos.
@geulloa