Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Por Guillermo E. Ulloa T.
El Alcalde Rodrigo Guerrero ha declarado con ajustado razonamiento y cordura lo que desde esta tribuna habíamos propuesto de buscar soluciones diferentes a la iniciativa de la Asociación Público Privado, por peaje, para solucionar el caótico tráfico del sur de la ciudad y la conexión con el vecino municipio de Jamundí.
Celebro la importancia de esta decisión, la cual el Alcalde contempla ejecutar con recursos de la nación, fundamentado en que la vía panamericana forma parte de la infraestructura nacional y debe interconectarse con la malla vial del Valle a la altura del crucero de Villa Rica.
Adicionalmente, la Alcaldía realizará cuatro obras puntuales como igualmente lo habíamos propuesto, con recursos propios municipales. Dichas obras que contemplan la solución vial de la Calle 5ª con Carrera 80, enfrente al hospital siquiátrico; el intercambiador de la Calle 13 (Avenida Pasoancho) con Carrera 100 mejorando el flujo que interconecta la comuna 22; la Calle 26 con Carrera 100, el antiguo puente elevado de la via ferrea y la continuación de la Avenida Ciudad de Cali, descongestionan el flujo del desarrollo urbanístico del sur de la ciudad.
Para la obra del tercer carril de la vía panamericana e intercambiadores viales, empleará el mecanismo de contrato plan con el fin de involucrar recursos nacionales. Para ello debe acudir a la anuencia departamental.
Esperamos que el Gobernador, quien en el pasado ha interpuesto equivocadas apreciaciones, por razones políticas y no técnicas, entre en razón sobre la necesidad palmaria de este proyecto de conexión vial.
El Departamento, como responsable del impuesto de rodamiento automotor, tiene responsabilidad conceptual de apoyar proyectos de infraestructura. No puede olvidar la Gobernación que esta contribución es aportada, entre otros, por los propietarios de vehículos registrados en Cali y municipios vecinos, contribuyendo con más del 50% de su recaudo.
Ante el incremento del parque automotor y la falta de compromiso presupuestal en inversión en infraestructura vial de los Departamentos es el momento de revisar la ley que faculta que esta renta sea recaudada y manejada por las Gobernaciones.
Lamentablemente esta renta se ha convertido en recursos invertidos en el funcionamiento del pesado, arcaico, ineficiente y desproporcionado aparato burocrático departamental, en vez de proporcionar su concurso y recursos para la modernización de la ciudad región.
La inversión de este tributo debe tener una finalidad y destinación especifica cómo la modernización de la obsoleta estructura vial, ferroviaria y ciclorutas.
En lógica presupuestal y de planificación debe asignarse esta renta a los municipios.
En hora buena se corrige, a favor de la población caleña y municipios vecinos, la responsabilidad gubernamental de invertir en su bienestar mejorando su calidad de vida.
Esto es Amor por Cali.
@geulloa