El Jodario
Por Gustavo Alvarez Gardeazabal
El resultado de la encuesta Gallup indicando que el presidente Santos solo tiene el 28% de favorabilidad podría servir para contrastar con el 57% que posee Uribe o con el 54% que tiene Vargas Lleras.
Las razones por las cuales el presidente ha llegado tan abajo pueden ser muchas y de distinta gravedad. Su amalgama es la que produce el resultado contundente que siembra dudas sobre si Santos de verdad gobierna, controla la administración y conduce al Estado.
La blandenguería que ha demostrado con las Farc y con Maduro. El uso desmedido de esquemas cansados para manejar manejar los medios. El andar mostrando a un presidente que va por todo el país pero no convoca multitudes y apenas se la pasa inaugurando obritas. Todo eso ayuda a que solo tenga el 28% de favorabilidad.
Tal vez se ha gastado equivocadamente mucho tiempo (5 años) persiguiendo a Uribe y a su gente y eso ya no parece batalla contra las violaciones de las leyes. El resultado es que no ha podido convencer al 57% del país que el malo es Uribe y el salvador es él.
Tal vez sacrificó la marcha del estado por firmar la paz y el colombiano común ahora le pide que no se deje mamar más gallo y que vuelva a la guerra.
En cualquier otro país del mundo actual un bajón tan continuado de popularidad obliga a todo gobierno a cambiar de ministros, a modificar las tácticas de comunicación y a bajarse del pedestal donde lo trepan los áulicos. En Colombia y con Santos, eso no va a suceder. Él, cada vez más, quiere asemejar este su segundo período, al segundo gobierno de López Pumarejo que terminó renunciando en 1945.
@eljodario