
Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
 Nelson Mandela nos deja un legado de disciplina, lucha incansable, equidad, justicia y perdón. Su vida se caracterizó por defender los principios inalienables de igualdad entre los pueblos ante la represión y castigo. Desde temprana edad, Madiba, como se le conocía cariñosamente, fue forjando su carácter como líder incuestionable en un mundo colmado de odio, violencia y desigualdad. No solamente en su natal nación africana, de ancestro colonial holandés y posteriormente dominación inglesa, combatió en la búsqueda de un ideal de convivencia, sino que sus acciones, más que palabras, enriquecieron las naciones en la segunda mitad del siglo XX hacia la democracia como forma de gobierno.
Nelson Mandela nos deja un legado de disciplina, lucha incansable, equidad, justicia y perdón. Su vida se caracterizó por defender los principios inalienables de igualdad entre los pueblos ante la represión y castigo. Desde temprana edad, Madiba, como se le conocía cariñosamente, fue forjando su carácter como líder incuestionable en un mundo colmado de odio, violencia y desigualdad. No solamente en su natal nación africana, de ancestro colonial holandés y posteriormente dominación inglesa, combatió en la búsqueda de un ideal de convivencia, sino que sus acciones, más que palabras, enriquecieron las naciones en la segunda mitad del siglo XX hacia la democracia como forma de gobierno.
Con Mahatma Ghandi y Martin Luther King, fueron forjadores de liberar sus pueblos del yugo represivo representado por el colonialismo, el imperialismo y la segregación de razas. Sus enseñanzas y logros merecieron la admiración global y fueron declarados premios Nobel de Paz. Aunque a Ghandi, jamás le fue otorgado el reconocimiento por tecnicismos de la organización, fue mentor de la protesta en forma de “no violencia” seguida por King y Mandela.
Gran soñador e incansable luchador, fue privado de libertad en varias ocasiones y durante los veintisiete años de encarcelamiento, de los cuales diecisiete continuos en Robben Island, confinado en una minúscula celda, moldearon y refinaron el carácter que lo llevo a su posterior elección como primer mandatario. Estos años de reflexión y profundo pensamiento, fundamentales en la preparación de llevar a la práctica su convencimiento de igualdad, libertad e ideales democráticos para transformar, mediante un proceso pacifico de transición, sentimientos de antipatía, intolerancia, odio y hostilidad en convivencia armónica para sus pobladores.
 Mandela será recordado en los anales de la historia como un hombre que luchó por la libertad de su pueblo, que no feneció ante el castigo impuesto por sus creencias, que confirmó que su vocación como ser humano era servir con humildad, dedicación, empatía y sabiduría.
Mandela será recordado en los anales de la historia como un hombre que luchó por la libertad de su pueblo, que no feneció ante el castigo impuesto por sus creencias, que confirmó que su vocación como ser humano era servir con humildad, dedicación, empatía y sabiduría.
Igualmente considero que la educación es la herramienta apropiada que permite liberar la mente de la esclavitud de la ignorancia y consecuentemente asiste en construir propósitos individuales y colectivos.
En sus propias palabras; "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación que la hija de un campesino puede llegar a ser médico, que el hijo de un minero puede llegar a ser cabeza de la mina, que el descendiente de unos labriegos puede llegar a ser el presidente de una gran nación. No es lo que nos viene dado, sino la capacidad de valorar lo mejor que tenemos lo que distingue a una persona de otra."
Ojala en nuestro proceso electoral los aspirantes a representarnos en el Congreso se detengan en reflexionar el legado que para la humanidad nos deja ese gran pensador, luchador y líder que dedico y antepuso su vida ante las tribulaciones pero jamás se dio por vencido en dar y entregar un mejor mañana, un mejor ciudadano y un mejor mundo para las futuras generaciones.
Su ejemplo debe ser modelo a nuestros gobernantes quienes en ocasiones aprovechan el poder, la confianza de su electorado y el aval de los partidos en crear para sí y sus allegados aprovechamientos personales, en vez de dedicarse a la transformación de nuestros ideales, en combatir la desigualdad, la inequidad, la intolerancia y la preservación de nuestros derechos ciudadanos fundamentales.
@geulloa