Por redacción deportes

La increíble hazaña de haber vencido en el torneo local en medio de una crisis financiera agresiva (que algunas veces pareciera terminal) raya en lo épico. Recordemos ese partido, 3-1 contra Medellín, en el Pascual Guerrero. La masa de seguidores de la mechita atiborró las gradas y se marchó celebrando la última estrella escarlata. Ahora, pocos años después, la situación económica y legal del club parece haber encontrado la forma de una enfermedad crónica. No lo mata, pero lo mantiene constipado.

Sin importar sus precedentes, en este caso negativos, y la sanción de la ley del futbol por parte del gobierno nacional, el América hace presencia en el mercado de fichajes. El Cocho Patiño suena para reforzar el área medular escarlata. Su situación con el Itagüí parece haberse resuelto con la salida del volante de 38 años. No es el único veteranazo que considera al 13 veces campeón de Colombia como una buena casa de reposo. La sobreoferta de experiencia podría darle una mano al equipo, sin embargo hay un problema, son más los que saltan del bote: Jimmy Asprilla, Hernán Tavera, Mario Llanos, David Holguín, Déiner Cetré, Iván Vargas, Éver Zárate, Camilo Ayala, Edwin del Castillo, Áviles Hurtado, William Zapata, Luis Miguel Carabalí, probarán suerte en otros equipos o en el mercado informal. Son 10 fichas, algunas de ellas con potencial para brillar, que dejan la institución, abriendo la pregunta de si las directivas están en capacidad para reponer la pérdida. Álvaro aponte espera contar con 5 nuevas caras para el segundo torneo.

La falta de reconocimiento deportivo es, sin embargo, la amenaza más inmediata que se vislumbra en el futuro. El alcalde de la ciudad, y el gobernador Abadía alguna vez, intentaron rescatar financieramente a la institución. Problemas entre socios y propietarios, nunca esclarecidos del todo, imposibilitaron una maniobra totalmente exitosa. Se creó un nuevo equipo, pero aún no se legaliza la institución en sí. Es imposible una recuperación sin esta amnistía. El equipo más ganador del país empieza un nuevo torneo en la cuerda floja. Algo a lo que ya nos venimos acostumbrando.