Por Moisés Banquera Pinillo
Durante décadas, el turismo ha experimentado un continuo crecimiento y una profunda diversificación, hasta convertirse en uno de los sectores económicos que crecen con mayor rapidez en el mundo. El turismo mundial guarda una estrecha relación con el desarrollo y se inscriben en él un número creciente de nuevos destinos. Esta dinámica ha convertido al turismo en un motor clave del progreso socioeconómico.
Hoy en día, el volumen de negocio del turismo iguala o incluso supera la Industria petrolera, alimentos o automóviles. El turismo se ha convertido en uno de los principales actores del comercio nacional e internacional, y representa al mismo tiempo una de las principales fuentes de ingresos de numerosos países desarrollados y subdesarrollados.
La expansión general del turismo en los países industrializados y desarrollados ha sido beneficiosa, en términos económicos y de empleo, para muchos sectores relacionados, desde la construcción hasta la agricultura o las telecomunicaciones.
Los países caribeños recostados en centro América especialmente México con ciudades como Cancún, Ciudad de México, Playa del Carmen, Puerto Vallarta y Acapulco han basado gran parte de su economía en la industrialización del turismo, explotando ventajas comparativas como las naturales de sus mares, sus posiciones costeras y competitivas como la inversión de los gobiernos nacional y local. Son impresionantes los millones de dólares que ingresan a estas ciudades en inversión en infraestructura e inversión en turismo.
También podíamos mencionar Aruba, Republica Dominicana el propio Estados Unidos entre otras.
Si bien México y otros son privilegiados naturales, también lo es Colombia. En Colombia se ha avanzado con mayor eficiencia en la Costa Caribe, y en la zona cafetera incluyendo Antioquia.
El Valle del Cauca como su nombre lo indica tiene un valle precioso y una altillanura que hace ver su belleza espectacular, igualmente cuenta con ríos entre ellos el Cauca, muchas fuentes hídricas, lagos y especialmente el mar pacifico. Es decir tiene mar, valle y ríos.
Su potencial industrial está basado en la explotación en general en la agro -industria, servicios y tímidamente el turismo. El turismo es un fuerte generador de empleo y riqueza, con la ventaja que el empleo que genera ayuda profundamente a las clases menos favorecidas, quienes no necesitan tener un nivel alto de estudios.
Los gobernantes han sido y son miopes en visionar y explotar las fortalezas y ventajas comparativas y competitivas que tenemos como se puede observar en los siguientes casos:
Si el Lago Calima naturalmente estuviera ubicado en un Departamento con vocación turística tendría carretera con doble calzada hasta llegar a la localidad, es fácil conectar la vía Buga – Buenaventura con una variante al lago. La entrada al pueblo tendría la vía actual y una vía alterna construida por la ciudadela con el objeto de no congestionar el acceso principal; existirían grandes hoteles equipados con diversión familiar apostados en la rivera del lago parecido al hotel Confamdi.
El lago como tal, en la zona que pueden utilizar los turistas por seguridad para nadar, el fondo no estaría cubierta por barro que entúrbiese el agua, sino por una especie de grava o arena, se hubiese construido un malecón y no un parque lineal que bordeada todo el lago y finalmente tendría un teleférico. Pero esto no le interesa a los gobiernos, no está en los planes de desarrollo, porque tanto los recursos local y departamental se desperdician en burocracia.
Buenaventura sería una Barranquilla sin los Char, lamentablemente los turistas que se atreven a ir, deben trasladarse en equipos inseguros, el alojamiento es incomodo, la infraestructura es de tercera. Si fueran serios los gobiernos local y departamental habrían hecho de las ventajas naturales de Buenaventura un plan turístico único en el mundo, porque pocas ciudades nacieron con el privilegio de tener ríos cristalinos como San Cipriano entre otros, mar, selva y personas tan amables y alegres como las del puerto.
Se siente tristeza cuando en un milagro de naturaleza como lo es San Cipriano, el turista tiene que pasar tremenda odisea para llegar a lomo de brujas, casitas de madera sin baños decentes, cubierto por la maleza, el abandono; cuando debiera haber una zona rivereña con parque lineal, con cabañas acondicionadas, carretera en buena condición con transporte manejado por los nativos, financiado a través del banco de los pobres.
La inversión nacional o extranjera llega a los lugares que presenten las condiciones óptimas para que el capital pueda ser rentable. Si tenemos los lugares propios para explotar la industria del turismo en todas sus expresiones, es decir cultural, de salud, de descaso, de diversión etc. Porque no construir la infraestructura necesaria en el Valle del Cauca para crear las condiciones de inversión de capital que fomenten el empleo común a estas comunidades, que desarrollen y diversifiquen la economía regional enfocada a las diferentes industrias?.
Llego la hora que el Departamento destine recursos para las vías terciarias, haga las obras necesarias para el desarrollo de la riqueza industrial del turismo que posee. Por eso es imperativo crear las condiciones presupuestales para aumentar los recursos de inversión, bien sea por la vía de recaudar mayores ingresos o por la vía del ahorro disminuyendo gastos innecesarios con tanta burocracia manteniendo demasiadas secretarias o entidades parasitas como inciva, incolvalet, corpocuencas, recreavalle y bellas artes, o ineficientes como la ert y la imprenta que se pueden eliminar o fusionar y, volver eficiente y rentables a entidades como la Industria de Licores e Infivalle