Por Carlos José Holguín

El actual gobierno municipal del Alcalde Armitage se ha caracterizado como era de esperarse por la improvisación, la falta de ruta clara en el manejo y atención de los grandes problemas de la ciudad, los bandazos y reversasos. Muchos de ellos por cierto afortunados, como el de abolir la prohibición del parrillero hombre en las motos, lo cual le granjeo grandes apoyos y popularidad durante la campaña, pero que al final terminó haciendo conejo, aunque el daño a la disciplina ciudadana y por ende a la seguridad quedó hecho como se puede evidenciar por estos días.  Pero de esto hablaremos en otra oportunidad.

El tema del MIO puntualmente, porque si de movilidad hablamos, allí sí que no es que no se sepa para donde va, sino que definitivamente no va. No escapa a lo que ha sido característico de este gobierno. Primero se dijo que se dispondría de recursos por el orden de 40.000 millones de pesos para apoyar a los operadores que se sometieran a un tal plan de mejoramiento, ampliación de flota y cumplimiento de lo acordado en las concesiones, por supuesto que los incumplidos se rieron y los cumplidos se sintieron burlados. Luego que con esa plata, que ninguno quiso, se compraría una flota de 100 buses para ser operados por el Municipio.  Que brillantez!!! Apareció de la noche a la mañana el famoso quinto operador y ni más ni menos en manos del menos indicado, el Municipio. Por fortuna rápidamente entendió la bestialidad y hecho para atrás. Luego en un acto de sorpresiva autoridad, que no es precisamente la nota característica de este gobierno, decidió declarar la caducidad unilateral de Unimetro. Bingo!!! dijimos, como que le pegó a una, pero a las pocas semanas se asustó y otra patraciada.

Pero debo de reconocer que con la presentación del proyecto de acuerdo  con el cual se busca subsidiar el sistema se da un primer paso certero, ojalá y se mantengan, en lo que se debe de hacer para salvar el sistema. El subsidio en los sistemas públicos de trasporte es claramente una necesidad comprobada en todos los sistemas del mundo, aquí en Colombia nos demoramos más de una década en entenderlo para ya es posible hacerlo.

Sin embargo el subsidio por sí solo no es ni mucho menos la panacea, y es un error pensar que eso solo va a funcionar. El subsidio en primer lugar debe ser en doble vía, tanto a la oferta ( el operador) como a la demanda ( el usuario). Allí hay que buscar un equilibrio, pues entregarlo todo al operador es muy peligroso, dado los antecedentes de ineficiencia. Por otro lado el subsidio al usuario hace atractivo el sistema, menos costoso, y por tanto incentiva un mayor uso que es finalmente de lo que depende la suerte real del sistema, que más gente cada día se suba al MIO.

En ese mismo orden de ideas el subsidio debe ir acompañado de una verdadera restructuración del sistema, en donde entre, de una vez por todas, la tan necesaria integración de diferentes modos de transporte, lo cual para Cali esta sobre diagnosticado  por sus características topográficas y trazado de muchas de sus vías en sectores marginales y de ladera. La integración de gualas  y moto taxis es una necesidad apremiante. Así se reconoció desde la pasada administración después de haberse desgastado años tratando de imponer un único modo, al final se aceptó que no solo era posible la integración sino necesaria, y supuestamente se arrancaría con la de gualas y MIOCABLE, lo cual nunca pasó.

Esperemos que finalmente y después de seis meses de bandazos,  la aprobación del subsidio para el MIO sea el comienzo de una luz al final del túnel en la ya de por si tortuosa historia del MIO.