Por Carlos Botero
La Universidad del Valle sí tiene mucho que decir y ha dicho mucho con respecto al desarrollo urbano. Pero la U no tiene el poder ni es su responsabilidad, de tomar decisiones que definan los proyectos y sus alcances. Aquí se elaboran estudios, se asesora a la comunidad y a las instituciones que lo requieran.
Para citar algunos casos: El estudio sobre los problemas ambientales generados por el basurero a cielo abierto de Navarro, precisando los efectos desastrosos que se desatarían por el desarrollo urbano dentro de su área de influencia, fue adelantado por el equipo del profesor Fabián Méndez de la Facultad de Salud.
Los estudios de impactos urbanos y urbanísticos de la implantación del Sistema de Buses Articulados los adelantamos desde el CITCE. Este mismo Centro ha adelantado otros relativos al territorio de Cali, como el de Cerros, colinas y Lomas del área urbana.
Con el Departamento de Proyectos, con el profesor Francisco Ramírez a la cabeza se elaboró el Plan Especial del Patrimonio Arquitectónico y Urbano. Con un equipo coordinado por la profesora Ángela Franco, se evaluaron para la Emru los cuatro planes de Renovación Urbana que decretó el alcalde Apolinar Salcedo para los barrios Piloto, El Hoyo, Porvenir, Obrero, Calvario, San Pascual, se demostró su insostenibilidad y se hicieron recomendaciones precisas y alternativas.
También se entregó el estudio sobre el Plan del Centro Global de Santiago de Cali, Fase I: Diagnóstico (creo que Hugo Salazar participó en él) y en fin, otro muchos dentro de los cuales hay que incluir los aportes de Benjamín Barney como autor de diversos artículos en nuestras revistas.
Y sólo estoy haciendo referencia a lo que afecta a la Escuela de Arquitectura, sin mencionar a por lo menos otras cinco unidades que se han ocupado de problemas urbanos (Socio-economía, Ingenierías, Humanidades, Administración, la ya mencionada Salud). Todos estos trabajos difícilmente podrían ser elaborados por otras instituciones o firmas consultoras y no se puede esperar nada mejor.
Estudios no son tenidos en cuenta
Lo que sucede es que los estudios que cito y muchos más, no son tenidos en cuenta por quienes, aun encargando su realización, toman las decisiones desde los organismos de gobierno local.
Por la seriedad del tema, no creo que el programa radial pueda repetir la frase de cajón que pregunta por la Universidad, de la manera como lo hace el ingeniero Borrero. Además de que muchos ciudadanos e instituciones no preguntan por los resultados de los estudios, tampoco tienen mucho interés en asistir a los eventos donde se presentan los contenidos.
Es importante el foro que plantean sobre el problema de la Planificación Integral de la ciudad, pero no lo planteen como un juicio público a quienes han ejercido la dirección de la Oficina de Planeación Municipal, que fue como quedó flotando en el aire.
La Ciudad Sur, o Pieza de la Ciudad Sur como la llama el POT, incluye las áreas de expansión que se están empezando a ocupar malamente y no es otra cosa que la última etapa de ejecución de la mayor operación inmobiliaria de Cali en toda su historia y que se inició con los Juegos Panamericanos.
Todo se enmarca dentro del paradigma dominante para el supuesto urbanismo que se practica aquí, que de manera engañosa expresan como desarrollo urbano o crecimiento urbano y no es más que expansión desmedida para alimentar el negocio de quienes viven en la ciudad y de la ciudad mientas sea buen negocio.
El paradigma consiste en establecer un déficit habitacional (siempre sube en períodos preelectorales para los candidatos y baja el gobierno saliente. Pregunten y verán), el mismo que siempre se propondrá resolver con áreas nuevas por urbanizar.
Me permito sustentar que el tema del déficit así planteado, es insostenible como tema y como solución. Con datos del Municipio, Cali en Cifras 2010 por ejemplo, hay casi 20.000 lotes urbanizados que van desde 60 m2 hasta 100.000 (10 hectáreas) donde cabrían 200.000 unidades de vivienda; en las áreas de renovación y de densificación hay 230 hectáreas donde se pueden construir con bajo índice de ocupación 140.000 nuevas unidades de vivienda. Agreguemos a lo anterior un proceso de densificación dirigido que canalice lo que hoy se hace de manera espontánea, agregando a 125.000 de las 276.826 casas unifamiliares que existen, una vivienda adicional. Total: 465.000 unidades, 30% de las cuales pueden ser VIS y VIP (139.500 unidades). Pero esto no es negocio para los dueños de las tierras y mal haría el Municipio en seguir jugándole a la expansión desaforada convirtiendo los ejidos en barrios de casitas unifamiliares para la pobrecía, como lo plantea el ingeniero Claudio Borrero.
Cuando sea necesario urbanizarlos, tendrá que ser con proyectos de alta densidad de población con características de sostenibilidad ambiental, económica y social.