Con la inscripción y la definición de los partidos y movimientos que escogieron a sus candidatos a la alcaldía Susana Correa, Clara Luz Roldan, Milton Castrillón, Rodrigo Guerrero, y Sigifredo López se ha iniciado anticipadamente por la reforma política, la recta final de la campaña electoral que escogerá el sucesor del actual alcalde.
Desde la salida de Mauricio Guzmán en 1996 Cali lleva 15 años sin un rumbo claro en la definición de su futuro y en la ejecución de su presente. Con objetividad podemos decir que las alcaldías de Ricardo Cobo, John Maro Rodríguez, Apolinar Salcedo y Jorge Iván Ospina le fallaron a la ciudad. Los primeros por ineptitud para administrar una metrópoli de más de dos millones de habitantes y los segundos por colocar intereses personales por encima del sagrado propósito que debe orientar los destinos de la municipalidad: CORRUPCION.
Lo que hoy tiene sometida a la ciudad, a un caos administrativo es la ausencia de una administración en donde prime lo técnico y las prioridades sociales, por encima de lo político y del negocio particular.
De allí se deriva nuestro primer problema que es la INSEGURIDAD, en virtud de que no se asignaron los recursos suficientes para su control, ni se hizo lo suficiente para generar una política de EMPLEO. Los Concejales, algunos empresarios y no pocos medios de comunicación, pendientes primero de sus negocios, a cambio de prebendas, se dedicaron a aplaudir lo bueno, lo malo y lo feo de la actual administración y es por ello que la favorabilidad e imagen positiva del alcalde Ospina es aceptable. La realidad es otra y serán los organismos de control quienes muy pronto diriman esta controversia pública.
Tenemos un municipio inviable en salud, malla vial, vivienda de interés prioritario VIP, pésima educación, sin cultura ciudadana y embargada por los bancos sin empezar a pagar el capital adeudado. Pero lo peor es que si no se reestructuran técnica y económicamente con estudios confiables, los tres grandes proyectos de ciudad MIO, MEGAOBRAS y AUTOPISTA BICENTENARIO no seremos capaces de terminar el sistema de transporte masivo MIO, ni el plan de obras que se construye por valorización y mucho menos arrancar la citada autopista.
Lo preocupante es que los candidatos no quieren hablar de la solución a los principales problemas de la municipalidad, unos por tener rabo de paja al ser co-gestores de ellos y otros por ausencia de conocimiento. Las tareas como el tener urgentemente un plan de ordenamiento territorial, plan de movilidad (vías, transito y transporte), de salud pública, un plan de empleo y un programa que derrote la criminalidad, deben ser ejecutadas alrededor de la UNIÓN DE LOS CALEÑOS. Concertar entre todos sobre nuestros principales problemas, de tal manera que se recupera el clima de confianza alrededor de nuestros gobernantes.
Y el punto de partida del acuerdo sobre lo fundamental, es la recuperación de nuestras tierras invadidas hoy y ocupadas por ciudadanos particulares. El patrimonio ejidal con miles de millones de metros 2 en la posesión o falsa titularidad de particulares debe ser nuestra tarea primigenia, y es allí en donde sus actuales ocupantes deben la gallardía histórica y generosidad de ayudar a resolver los litigios jurídicos en defensa del imprescriptible patrimonio público.
Nuestra generación no puede ser inferior al legado histórico que nos dejaron personajes como el Ministro del interior Manuel María Mallarino, los doctores Raúl Saavedra Galindo, Alfonso Barberena Aparicio, Isaías Hernán Ibarra, Julio Riascos Álvarez, Omar Díaz Aparicio, y Griseldino Carvajal. El juez Juan Nepomuceno Núñez quien ordena por sentencia judicial la entrega de la tercera parte de todas las haciendas ejidales; el personero de Cali abogado José Lloreda quien denuncia la usurpación de ejidos, y los concejales Julio Rincón y José Cardona Hoyos. Los historiadores Gustavo Espinosa Jaramillo y Jorge Caro Copete. Todo este trabajo ha sido recopilado, estudiado y defendido dentro del estado social de derecho con hidalguía, dedicación y caleñidad por el ingeniero Claudio Borrero Quijano, quien en el presente ha convertido su vida privada y pública en una constante: La restitución de las tierras ejidales a la municipalidad.
Han sido quince años perdidos, por lo que debemos unir esfuerzos a fin de recuperar nuestro sendero de progreso. Pregunto: Las megaobras son la solución a la movilidad del sur, Oriente, Norte y Oeste: NO. El MIO con un 33% de avance, garantiza su terminación: NO. Todo esto ha pasado por privilegiar la corrupción. Por lo que nuestro primer acuerdo es sobre lo del interés general de la municipalidad, la defensa de nuestras tierras para demostrar que entre todos hacemos justicia social, con la fortaleza económica de proyectar el bienestar y el progreso para todos. Si no hacemos esto, con qué autoridad vamos a someter a los violentos y a desterrar el cáncer enquistado en el Gobierno Municipal.
Caliescribe se suma a la tarea de recuperar el patrimonio público de los caleños, sus ejidos, zonas verdes, vías públicas, corredor de transporte masivo, y bienes municipales, en este momento en manos de particulares, de tal manera que se recuperen los 15 años con rumbo perdido y en cuatro años de gobierno técnico y transparente con vocación social , se construya una cultura municipal de defensa de lo que es de la ciudad y desde allí podremos construir futuro.