*Redacción
Las firmas encuestadoras colombianas no han hecho noticia sobre el comportamiento que van a tener los colombianos desde el punto de vista de la mucha o escasa participación electoral en la jornada del próximo 2 octubre de 2016, en donde los colombianos iremos a las urnas para suscribir el respaldo al plebiscito sobre el proceso de Paz con las FARC o a negarlo, de conformidad a la convocatoria que ha hecho el gobierno nacional y la organización electoral a cargo de la Registradora del estado civil. Está interpretación la entiende el ciudadano como una omisión deliberada por parte de las firmas encuestadoras o siguiendo una directrices equivocadas que no le hacen bien a la democracia colombiana seguramente del Consejo Nacional Electoral.
"Se siente apatía superior a la que se presenta en los comicios congresionales…"
Se siente apatía superior a la que se presenta en los comicios congresionales, que dinamizan los partidos políticos y miles de candidatos al Senado y Cámara, abstención que algunas veces ha llegado al 60% del universo electoral de ciudadanos aptos para votar. Indudablemente que después de la jornada electoral y una vez se haga el análisis del mercadeo político de estas elecciones, se podrán sacar conclusiones validas sobre las causas que generaron de la muy segura baja participación que se siente en Colombia, para ir a las urnas dentro de 15 días. Allí podríamos decir, que un ciudadano que se abstiene a participar en el plebiscito con el SI o el NO, está vulnerando su derecho fundamental a la Paz.
Y observamos que los partidos y movimientos políticos no tienen recursos para mover las masas, ni están haciendo una campaña efectiva como se hace normalmente en las elecciones locales y regionales, o nacionales para el Congreso o para la Presidencia de la República. En unas palabras muy claras, hay mensajes subliminales tanto del SI como el NO, con verdades parciales que son grandes mentiras, que han generado altísima polarización entre gobierno y oposición, que ha desconcertado a los ciudadanos, hay hechos contundentes como el proceso de paz, pero no ha sido manejado bajo un gran liderazgo del gobierno y sus instituciones- Adicionalmente no se observa dinero en la calle que mueva al elector hacia propósitos de país, como se hace en las elecciones parlamentarias o de alcaldes y concejales, que tanto le interesan a los ciudadanos.
"nos ha desarrollado una cultura en nuestra república centenaria, de poca participación ciudadana en los temas públicos"
Indudablemente el modelo colombiano de pobreza, desigualdad social, político y de altísima concentración de la riqueza, nos ha desarrollado una cultura en nuestra república centenaria, de poca participación ciudadana en los temas públicos, coayuvado por el hecho de la negativa colombiana al voto obligatorio, , generaría grandes cambios en nuestras costumbres, finalmente para el bien del país.
Como se observa la dinámica de campaña electoral en la calle, los colombianos mayoritariamente están expresando el Si, sin embargo hay una masa flotante muy grande de ciudadanos que aún no tienen decidida la participación. Es allí en donde está en juego los resultados de la democracia colombiana en las próximas elecciones. El gobierno debería de reorientar la campaña electoral más sobre la participación electoral que sobre la dinámica de la guerra de los medios de comunicación con mensajes por el Sí o declaraciones por el No.
De referencia la abstención reciente
Para las elecciones de marzo de 2014 para el Senado de la República votaron un poco más de 14 millones de personas, dentro de un potencial de sufragantes de 33 millones lo que da una abstención cercana al 60%; para la primera vuelta celebrada en mayo de 2014 la votación por los candidatos presidenciales también estuvo en el orden de 14 millones la que subió un poco para la segunda vuelta presidencial en junio del 2014 con 16 millones de votos, con abstención superior al 50%.
"Un resultado inferior, afectaría la credibilidad de nuestro sistema político, con un plebiscito que tiene alto interés nacional…"
Nuestra invitación desde Caliescribe es a que los colombianos entiendan el deber supremo con nuestra democracia, el fin de la guerra con las FARC obliga a expresar con el voto la opinión, un país joven debería ser modelo de responsabilidad ciudadana para lograr un nivel de participación similar al que se da en unas elecciones legislativas, que son las de más escasa participación en la que se encuentra el Sistema Electoral Colombiano. Un resultado inferior, afectaría la credibilidad de nuestro sistema político, con un plebiscito que tiene alto interés nacional, en la medida en que se juega el futuro del país y lo de la paz con las FARC.
Pero hay que decirlo con meridiana claridad, una participación menor a la mitad de una jornada electoral tradicional, pondría en riesgo la refrendación del plebiscito y nos podríamos ir a una asamblea nacional constituyente, que desarrolle todo este proceso por falta de legitimidad. Este es un alto riesgo, que no deberíamos correr.