¿Sin “fumata”: Constituyente?
*Redacción
Era entendible ante el “conejazo “ del plebiscito, ninguno de los dos cedió ni un milímetro
La visita al Santo Padre Francisco I, del presidente Juan Manuel Santos y el ex presidente Álvaro Uribe, confirmó aún más la gravísima división en que se encuentra el país, materializada desde el pasado 2 de octubre con la votación del plebiscito que le dio una ligera mayoría de 53 mil votos a los partidarios del NO, entre 13 millones de votantes. Muchos no entendían la aceptación que hiciera el ex presidente Uribe de una reunión con el Santo Padre quien, como mediador, podría encontrar una solución intermedia al diferendo con Santos. Sin embargo y era entendible ante el “conejazo “ del plebiscito, ninguno de los dos cedió ni un milímetro y solamente ofrecieron, el primero diálogo para negociar la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc y el segundo solicitó : su Santidad dígale al Pte. Santos que afloje un poquito”
Como es ampliamente conocido no hubo “fumata” blanca en el Vaticano y todo está orientado para que las próximas elecciones congresionales y presidenciales del 2018, resuelvan esta hecatombe política presentada en el país. Es decir y es preocupante afirmarlo, ante la debilidad Constitucional y legal de los Acuerdos firmados, refrendados por un Congreso ( opinión política) que no tenía esa facultad legal y con un fast track, que dividió más a los expertos constitucionalistas y al mundo político, deberán de ratificarse ante la opinión nacional ( constituyente primario ) , según las ofertas que hagan los candidatos y los partidos.
Los escenarios prospectivos de la política colombiana no son nada saludables y mejores con los acercamientos que ha iniciado esta semana el Santo Padre, con un Procurador electo ( de oficio ) Fernando Carrillo, quien ha dado a conocer en las últimas horas su interés de seguir intermediando por la paz política de Colombia. El escenario electoral hace que ninguna de las dos partes ceda, la guerrilla habla del indestructible Acuerdo de Paz y el ex presidente Uribe le pidió a Santos cambiar los puntos más importantes del Acuerdo de paz. Mientras tanto las fuerzas de la opinión nacional seguirán divididas ante el “conejo” a los del NO y con la evidencia de la reunión con el Santo Padre, la división de Colombia se ha profundizado.
Para nadie es un secreto que la política colombiana ha quedado divida en dos segmentos claramente materializados:
Se puede concluir que el motivo de la invitación de Santos a Uribe donde el Papa, fue por los problemas en la implementación del Acuerdo de Paz
El Centro Izquierda y la Izquierda liderados por Juan Manuel Santos ( Partido Liberal, de la U, Marcha y Unión Patriótica, Alianza Verde, parte del Polo Democrático, etc) y el Centro Derecha y la Derecha liderados por Álvaro Uribe ( Centro Democrático, Andrés Pastrana, Alejandro Ordoñez, Marta Lucia Ramírez, algunos conservadores, etc ), faltaría por definir Cambio Radical y el grueso del partido Conservador. Allí concluirán los diferentes candidatos presidenciales, en donde se observan en el primero a Humberto de lla Calle y los candidatos del Partido de la U. Así mismo en el segundo segmento estarán los candidatos del Centro Democrático, del Partido conservador ala goda y seguramente el Cambio Radical, que no tiene entrada en la izquierda.
En consecuencia, la paz con las FARC quedaría muerta, desmovilizados y desarmados no tendrían una JEP
En este análisis, se puede concluir que el motivo de la invitación de Santos a Uribe donde el Papa, fue por los problemas en la implementación del Acuerdo de Paz firmada por el Gobierno y las Farc, en el Congreso de la República. Por más fast track y demás limitantes que aprobó la Corte Constitucional, lo que tiene que ver con la Jurisdicción especial para la paz JEP y la elegibilidad para guerrilleros con delitos atroces, como reforma constitucional requieren una mayoría absoluta y esa es la que no observa el gobierno, en el segundo semestre del 2017. Sumados los 20 Senadores del Centro Democrático, los 8 de Cambió Radical y 9 Conservadores que se deslicen, tendrían los votos suficientes para que haya grandes dificultades para que el Acuerdo de Paz no sea elevado a las normas constitucionales del país y el movimiento guerrillero de las Farc tenga elementos para denunciar internacionalmente que el Gobierno ( establecimiento ) Colombiano les hizo conejo. Allí vendrá la fractura muy profunda de la sociedad colombiana, pues a finales del 2017 se observarán estas decisiones al interior del Congreso de la República,
En consecuencia, la paz con las FARC quedaría muerta, desmovilizados y desarmados no tendrían una JEP , ni los que tengan delitos de lesa humanidad podrán aspirar al Congreso de la República, ni participar en las elecciones Presidenciales de 2018, como candidatos, ni como adherentes. Luego la salida debe ser intermedia , antes de la confrontación presidencial y el único acuerdo viable sería una constituyente, que paradójicamente aceptan Uribe y las FARC, para que la batalla electoral se vaya de nuevo a unas elecciones atípicas en el mes de Diciembre del 2017, que busque dirimir este conflicto de país.