Indudablemente que un encuentro internacional de jóvenes futbolistas, en la que 24 selecciones representativas de sus países se reúnen para competir en una confraternidad deportiva es una buena noticia para Colombia. Nuestro país ha demostrado con orgullo la belleza de su ambiente y su paisaje, el noble civismo de sus gentes y ante todo una imagen de un país en franco progreso, es decir muy diferente al que se tiene en el exterior.

Este fue un compromiso de honor del ex -presidente Uribe y su vicepresidente Francisco Santos, honrado por el actual presidente Juan Manuel Santos, con decisión y lujo de detalles. Colombia ha acogido con amistad sincera a los países del mundo y a los jóvenes deportistas por su ejemplo de disciplina, carácter y lealtad con unos valores, energía creadora y ante todo de juego limpio.

Pero adicionalmente este es un encuentro o mejor una convergencia de un sentimiento nacional, continental y mundial, en el que Colombia debe sacar su mejor provecho. El deporte es el gran escenario popular tan viejo como moderno, que se inspira en la competencia, la tolerancia y que identifica la acción y el pensamiento en paz, valores indiscutibles de la razón humana. Confluyen a este encuentro jóvenes de diferentes razas, lenguas, creencias y países.

Cuando hace muchos años murió el muro de Berlín y entramos en la época globalizadora, son muy pocos los países con los que se tienen profundos distanciamientos o antagonismos, pero aquí en este evento mundial quedan cerradas las puertas de las discrepancias estatales, pues solo hay campo y espacio para la unión fraterna con generosidad. Estos jóvenes representan a hombres nuevos del mundo para las lides que encarnan la paz deportiva, por ello cualquier escenario de confrontación o guerra no aparece en el lenguaje de este mundial ni mucho menos en el deportivo.  

Colombia y Cali han hecho un gran esfuerzo para ser dignos anfitriones del mundo del futbol, representado en nuestra ciudad por la competencia deportiva de cuatro selecciones en primera instancia: Portugal, Uruguay, Camerún y Nueva Zelanda, a quienes les damos la más sincera bienvenida, el reconocimiento para nuestras autoridades y el augurio para que estos 20 días estén colmados de fiesta futbolística.