El Grupo de Ciencias Ambientales y de la Tierra “ILAMA”, de la Universidad del Valle, ha venido estudiando, desarrollando e implementando en la ciudad una novedosa tecnología para medir la reserva energética en el suelo.
El Grupo de Ciencias Ambientales y de la Tierra “ILAMA”, de la Universidad del Valle, ha venido estudiando, desarrollando e implementando en la ciudad una novedosa tecnología para medir la reserva energética en el suelo.
La tecnología ya está dando frutos en Colombia, según informa la agencia de noticias tecnológica de la Universidad del Valle.
El grupo de investigación ILAMA, reconocido por COLCIENCIAS en la categoría B, trabaja para desarrollar un ‘examen’ de carácter geológico (equiparable a una prueba de sangre a un paciente), con el fin de medir la reserva energética y el potencial productivo de un determinado suelo, a través de diversos indicadores en terreno.
Este grupo de estudiantes ‘univallunos’ y su prometedora tecnología, ocupó el 1er puesto entre las 10 innovaciones más promisorias para el desarrollo productivo del Valle del Cauca, a juicio de INNOVALLE 2011, y ya está empezando a modificar la visión de los empresarios del sector agrícola.
según explica Orlando Zúñiga, Director del ILAMA “El suelo es mucho más que una composición química, es un ente vivo de múltiples características energéticas que no se tomaban en cuenta, hasta ahora, para medir su potencial”,
Zuñiga es Geofísico y Ph.D. en Edafología, y desde este grupo de investigación lleva cerca de 12 años en el desarrollo de tecnologías agroambientales aplicadas a producción limpia y ahora también al sector productivo, cuya patente ya se encuentra en marcha.
Esta tecnología es de carácter analítico y sintético, es decir, entiende a los suelos como un sistema complejo, afectado por múltiples variables.
El indicador clásico de calidad de suelos “La composición química” no es suficiente para diagnosticar y conocer un suelo, “ahí sólo se está midiendo la materia”, enfatiza Orlando Zúñiga, “pero el suelo tiene también energía”. Esas nuevas variables se relacionan bajo métodos no lineales utilizando redes neuronales sintéticas, que dan como resultado un mapa energético de los suelos, es así como la principal aplicación de esta tecnología es el campo de la agricultura de precisión.
“Técnicas geoeléctricas, electrotérmicas, espaciales, microbianas, entre otras, van definiendo un panorama mucho más preciso, que repercute directamente en medidas que garantizan mejor productividad y sobre todo más sostenibilidad ambiental.”
Interesante tecnología que se desarrolla en la Universidad del Valle y que merece ser conocida y aplicada por los agricultores y empresarios del campo vallecaucano.
Con Agencia AUPEC
Para más información, ver:
http://aupec.univalle.edu.co/informes/2011/mayo/potencial_suelos.html