No ha pasado más de un mes desde que fui mordida por un perro frente a mi lugar de residencia en el barrio Centenario. El animal estaba suelto y en varias ocasiones me había intentado atacar cuando regresaba de la universidad, tarde en la noche, después de un largo día de trabajo y estudio. No estuve muy pendiente porque finalmente pensé que si no le demostraba miedo él jamás me haría nada. Pero ese día me atacó en un tobillo y me tuvieron que coger puntos. En ese momento un taxista que pasaba se detuvo y espantó al animal, que de otra forma me hubiera destrozado los pies. Regresé al otro día a buscar al dueño del animal y nadie dio razón, ya que por otro lado en Centenario muchas de las casas son aparta estudios y hay pocas casas familiares como tal.
La cosa se quedó ahí un mes. Pero ayer estaba regresando a la casa, tarde también y volví a encontrarme con el animal. Es un perro pequeño y café, un criollo aunque no sabría decir exactamente de qué raza es. Cuando lo vi salí corriendo y me monté a otro taxi que pasaba. Me toco pagar una carrera que le diera la vuelta la manzana, perdí tiempo y 5.000 pesos.
¿Quién lo protege a uno contra estos animales? ¿Quién responde por mi seguridad?
María Poveda Sandoval.