Por Benjamín Barney Caldas
Es preocupante que los candidatos a la Alcaldía de Cali no integren los diferentes temas de que hablan en un concepto global sobre la ciudad y su región, y que incluso alguno diga que los ciudadanos sean quienes escojan qué ciudad quieren, lo que no pasa de ser puro populismo ramplón e ignorancia supina, pues se desconoce la dificultad de planificar una ciudad cuyo suelo es privado y sus ciudadanos aun no son tales. Desconocen los planes existentes, sobre todo para el Centro, que solo habría que actualizar, y proponen hacer nuevos, y nada dicen de la Avenida Colombia, ni jerarquizan sus diferentes propuestas. Y proponer peatonalizar varias calles del centro y poner allí los vendedores informales y así liberar los andenes, sin considerar que son insuficientes, es privatizar el espacio público, e ilegal.
Aseguran sin pestañear siquiera que van a construir miles de viviendas sin cuestionar dicho número ni con qué criterios se establece ni, lo mas importante, cómo hacer para que Cali no crezca tanto ni tan rápido. No precisan como van a financiarlas, aparte de recurrir al gobierno central, ni como ni en donde ni con qué clase de arquitectura y construcción, pues ninguno tiene la formación ni la experiencia para hacerlo. Y proponer que Cali crezca aun mas hacia Jamundí y en ultimas al Departamento del Cauca es totalmente equivocado, y es todo un despropósito pensar en urbanizar los ejidos, como también lo sería extender la ciudad a lo largo de los corredores viales que la comunican con su región inmediata, que solo beneficiaría a los terratenientes que la rodean, como ha venido sucediendo hace muchos años.
Es insólito que no hablen de un plan vial y de transporte colectivo, y sí de edificios de 20 pisos para la vivienda de interés social, sin pensar en nuestro clima, paisajes y tradiciones, y desconociendo que el Centro Global cada vez tiene menos vivienda y mas edificios abandonados o demolidos, y muchos lotes en los que ni siquiera se ha puesto un estacionamiento. Pero varios aciertan en que sea impulsada el área metropolitana de Cali, y en no permitir construir más en la ladera, mas no dicen cómo. Ni cómo detener la corrupción administrativa alrededor del uso del suelo y su control, en lo que de pronto todos están de acuerdo pues está de moda ahora que son candidatos y no concejales que nada hicieron al respecto, y algunos hasta creen que basta con cambiarle el nombre a las oficinas actuales o crear nuevas.
Sin embargo, entre todos harían un buen candidato. Que recupere los ejidos como reservas forestales (López), que vea que el déficit de vivienda es más cualitativo que cuantitativo (Jurado), y haga proyectos de comunidad (Clavijo), impulse segundos pisos para nuevas viviendas (Roldán) y de subsidios para mejorar las existentes (Castrillón), y haga un plan maestro de ciclo rutas (Cardozo). Que apunte a la densificación, la renovación urbana, la consolidación de vacíos urbanos y la expansión moderada (Cortés), y un tren regional desde Santander de Quilche hasta Pereira y Armenia (Guerrero). Y, finalmente, lo más urgente, que eduque a la ciudadanía (Gómez), y proyecte un plan de Ordenamiento Territorial pensando en los próximos 50 o 60 años (Urrutia). Como se ve, toca votar en blanco.