Por Héctor de los Ríos
San Mateo 23, 1-12
“Uno solo es su Maestro; y ustedes son todos hermanos…Uno solo es su Padre: el del cielo…Uno solo es su jefe: el Mesías (Cristo)”
Este domingo está cerca de la solemnidad de “Todos los Santos” y de la “Conmemoración de todos los fieles difuntos”. Con todo, conviene que nunca se pierda de vista el carácter pascual del domingo, que de ninguna manera debe ser ofuscado por lutos o pompas fúnebres.
– Jesús da un mandato positivo a sus discípulos: “Hagan… todo lo que les digan”. Esto tiene sentido, porque Jesús no vino a abolir la Ley sino a darle cumplimiento e insistió en que se tuviera en cuenta “todo”. Un discípulo será obediente a la Palabra.
– Luego da un mandato negativo: “No imiten su conducta” (literalmente: “las obras de ellos no hagan”; Jesús pide no imitar su hipocresía. – Finalmente les da el argumento: “Porque dicen y no hacen” – El problema está en la inconsistencia: la contradicción entre el decir y el hacer El punto está en el hecho que no viven según la fe que confiesan; y esto los convierte en charlatanes.
Estas “cargas pesadas” que los maestros y fariseos “atan”, bien podrían ser las normas de pureza legal que se enuncian en este mismo discurso más adelante.
Notemos la contraposición entre el “hacer” de los maestros y fariseos, y el “hacer” de Jesús: ellos dicen y no hacen. Jesús en cambio nos da ejemplo de consistencia y humildad: “Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón”.