Por Andrés Mejía
Los fenómeno del Niño y la Niña son eventos climáticos conocidos desde 1950. Innumerables organizaciones científicas internacionales, durante estos 60 años, han estado haciendo observaciones satelitales, mediciones in situ y registros estadísticos que permitan un diagnostico oportuno de las anomalías con varios meses de anticipación.
"¡Que viene el Niño! Nos quedamos sin agua. ¡Que viene la Niña! También nos quedamos sin agua."
Estado de Alerta de ENSO: Advertencia de La Niña
Se espera fortalecimiento de las condiciones de La Niña y que continúen hasta el invierno del Hemisferio Norte 2011-12.
El fenómeno del Niño y de la Niña son eventos climáticos ampliamente investigados desde 1950. Innumerables organizaciones científicas internacionales durante estos 60 años han estado haciendo observaciones satelitales, mediciones in situ y registros estadísticos que permitan un diagnostico oportuno de las anomalías con varios meses de anticipación.
Diferencia entre la corriente de El Niño y el Evento de La niña
El Niño, trata de un evento periódico y normal que sucede cada año durante los meses de diciembre a abril. Este tiene características de aguas cálidas que provienen del norte de la cuenca de Panamá y bajan por las costas de Sudamérica, marcando el inicio de la estación cálida y húmeda de la región costera del Ecuador.
La Niña o también conocido como evento ENOS (El Niño-Oscilación Sur) por su relación con la Oscilación del Sur, se trata de un evento no periódico, por lo que éste sucede, hasta cierto punto, de manera sorpresiva pero diagnosticable con anticipación. Sus consecuencias se dan a nivel global y no únicamente en las costas de Sudamérica, como en el caso anterior.
Al fenómeno de la Niña se le define científicamente como la respuesta dinámica del océano Pacífico al forzamiento prolongado de los vientos ecuatoriales, así como la presencia de aguas cálidas frente a las costas de Colombia, Ecuador y Perú con anomalías de su valor normal superiores a una desviación estándar por no menos de cuatro meses. Por ese motivo es posible establecer su aparición con algunos meses de antelación. Este evento climático varía notablemente entre uno y otro, en cuanto a su intensidad y duración. Se han clasificado cuatro categorías de acuerdo a su intensidad. El caso de débil y moderado, beneficioso para la ganadería, agricultura y el medioambiente. Cuando se identifica como fuerte y extremadamente fuerte es cuando genera desastres a todo nivel, por lo cual se deben establecer acciones para mitigar su impacto social y económico.
Debido a las características de los eventos ENOS (La Niña) y sus grandes consecuencias a nivel global y local se llevan a cabo una serie de investigaciones y se crean un sinnúmero de proyectos en institutos dedicados a su estudio y monitoreo. Con sus resultados se busca, en cierta forma, disminuir los desastrosos impactos de este evento a nivel mundial, mediante un pronóstico oportuno de su ocurrencia.
El diagnostico de la anomalía de la Niña se conoce entre tres y cuatro meses antes de producirse, suficiente tiempo para realizar las acciones pertinentes para el control de inundaciones y en el caso de Cali realizar las acciones pertinentes para evitar el colapso de las plantas de potabilización.
El fenómeno de la Niña marca un periodo de lluvias extremas que generan inundaciones y colapsan acueductos. No es un evento nuevo, está claramente identificado desde hace 60 años, sin embargo a pesar de los avances tecnológicos en su diagnostico y los avances de la ingeniería durante estos años, no hay acciones contundentes del gobierno para controlar o moderar esta acción de la naturaleza.
En Cali este fenómeno impacta la ciudad inundando sectores históricamente identificados, como lo es la rivera oriental del Rio Cauca. Contradictoriamente las condiciones de lluvias extremas en la cordillera occidental afectan el suministro de agua potable por el colapso de los procesos de tratamiento por los excesos de sedimentos en el Rio Cauca y sus afluentes.
Hace tan sólo un año hemos tenido en todo el territorio nacional este fenómeno que ha generado millonarias pérdidas en el agro, la ganadería y la población. Aún no se solucionan los problemas generados durante la intensa temporada de lluvias de 10 meses atrás y ya tenemos encima una nueva temporada. La prevención de desastres ha sido insignificante a nivel nacional. Cali y el Valle están siendo ignorados por parte de la Dirección de Gestión del Riesgo Ministerio del Interior en el mapa de Municipios de interés prioritario para el manejo en la segunda temporada de lluvias. Parece que el Valle del Cauca (ver mapa) no llegase a ser afectado por la nueva temporada de lluvias según el Ministerio.
Mapa de Colombia Municipios de interés prioritario (el valle no está incluido en este mapa)
El costo de la atención de desastres vs la prevención
La construcción de infraestructuras para la prevención de desastres no se realiza con la suficiente efectividad. La consecuencia se refleja en los altos gastos para mitigar los daños generados por las intensas temporadas de lluvias. En la temporada anterior se utilizaron $116 mil millones de pesos para atender la emergencia y no existe la certeza que la totalidad de estos recursos hubiesen llegado realmente a los verdaderos damnificados. Para Cali el Ministerio del Interior reporta ayudas humanitarias (Menaje y alimentación) por un valor de $987 millones lo que equivale al 0,79% del gasto en la atención de la anterior temporada invernal y lo más curioso de esta cifras es que sólo aparecen $317 millones como recursos ejecutados.
La atención de desastres es un elevado gasto para la nación y un costo aun mayor para los colombianos y en ningún caso beneficia ni a Colombia ni a los colombianos. Es necesario que Colombia realice acciones orientadas a la prevención de desastres mediante infraestructuras y protección ambiental. Se requiere de acciones administrativas locales y regionales para frenar las inundaciones, no son soluciones de corto plazo pero con una apropiada planeación y unos apropiados programas de desarrollo municipal y departamental permitirían detener los impactos negativos y transformarlo en beneficios sociales y económicos.
Anexo
Boletín: Pronostico del fenómeno de la Niña 2011-2012
CENTRO DE PREDICCIONES CLIMATICAS/NCEP/NWS
Estado de Alerta de ENSO: Advertencia de La Niña
Se espera fortalecimiento de las condiciones de La Niña y que continúen hasta el invierno del Hemisferio Norte 2011-12.
Durante el mes de septiembre 2011, las condiciones de La Niña se fortalecieron según se indica por los aumentos en las anomalías negativas de la temperatura en la superficie del mar a través de la mitad este del Océano Pacífico ecuatorial. Los índices semanales de El Niño continuaban su tendencia de enfriamiento y todas están actualmente en o sobre –0.5ºC. Consistentemente con este enfriamiento, el contenido calórico permaneció bajo el promedio en respuesta a una termoclinal superficial a través del este de Océano Pacífico. Además, la convección continuó suprimida cerca de la Línea del Cambio de Fecha, y aumentó más cerca de Papúa Nueva Guinea. Además, las anomalías en los vientos del este en los niveles bajos y del oeste en los niveles altos persistieron sobre el Pacífico tropical central. Colectivamente, estos patrones oceánicos y atmosféricos reflejan el regreso de las condiciones de La Niña.
Actualmente, La Niña no es tan fuerte como lo fue en septiembre de 2010. Aproximadamente la mitad de los modelos predicen que La Niña se fortalecerá durante el otoño e invierno del Hemisferio Norte. De estos modelos, la mayoría predice condiciones débiles de La Niña. Además, un segundo invierno más débil de La Niña ha ocurrido en tres de cinco años múltiples de La Niña en el registro histórico desde el 1950. Sin embargo, el Sistema de Pronóstico Climático de NCEP (CFS.v1) predice La Niña moderada este invierno (entre –1.0oC a –1.4oC) y CFS.v2 predice La Niña fuerte (menos de –1.5oC), que rivaliza la intensidad pico del año pasado. Para los pronósticos que CFS ha hecho en esta época del año, el error promedio para diciembre – febrero es aproximadamente ±0.5oC, así que existe cierta incertidumbre sobre si se logrará esta amplitud. Por lo tanto, en este momento, La Niña débil o moderada pudiera lograrse en el invierno del Hemisferio Norte.