Han corrido las primeras tres semanas de 2017 y se empiezan a despejar la incertidumbre sobre varias incógnitas con las que terminamos el azaroso e inolvidable año 2016 en los temas económicos, sociales, políticos, del proceso de paz con las Farc y sobre el nuevo contexto mundial que algunos ya empiezan a llamar del fin de la globalización y al cuál hay que sumarle el resurgimiento de populismos nacionalistas, ya no solo en Europa como sucedió hace caso 100 años con el tratado de Versalles que atizó los Nacional-Socialismos en Alemania e Italia, sino ahora también con Estados Unidos y el inicio de la “era Trump”.
Proyecciones del crecimiento del PIB real de Asobancaria hace un año.
En lo económico y social, encontramos que debido a la entrada en vigencia de la nueva reforma tributaria y los efectos negativos que expertos y agencias han dicho que tendrá sobre el consumo, las perspectivas de crecimiento del PIB son más moderadas que las que tenían hace unos meses. Para Asobancaria será del 2,3% y se perderán 0,3% por cuenta de la dichosa reforma, mientras que hace un año proyectaban que para este año sería de 3,7%.
Por otro lado, el malestar social causado por esta reforma, sumado al descontento generado por otros temas de la agenda pública, ya se empieza a materializar en procesos de revocatorias que van desde el Presidente Santos, para lo cual primero se necesitaría aprobar la incorporación de esa figura en la Constitución, hasta de los Alcaldes de Bogotá y otras ciudades como Bucaramanga por problemas de gobernabilidad en las agendas locales. A eso debemos agregar los anuncios de paros por la misma reforma tributaria y el temido anuncio de un nuevo paro camionero.
En los temas de paz, las polémicas generadas por situaciones que se presentan con las zonas de concentración de las Farc, como el baile de los miembros de la misión de verificación de la ONU, o las acusaciones de la Corte Suprema de Justicia de que el acto legislativo que creará la Justicia Especial para la Paz adolece de problemas e inconsistencias que desconocen la posición de esta Institución, demuestran que la polarización entre el país del Sí y del No seguirá intacta.
En lo político, ya se empiezan a despejar las dudas sobre cuándo se retirará el Vicepresidente Vargas Lleras, quién será su reemplazo, y si los Liberales y por ahí derecho los del Partido de la U serán sus aliados para enfrentarse a la izquierda, a los independientes y al Uribismo. Todo parece indicar que la Unidad Nacional está luchando para mantenerse unida para 2018. La incógnita es si esas nuevas migas entre el líder de Cambio Radical y los liberales, dejan muerta la aspiración de Humberto De la Calle. También queda claro que los verdes buscarán un frente ampliado en cabeza de Claudia López para aliarse con Sergio Fajardo y el Polo Democrático bajo la bandera de la lucha contra la corrupción.
Finalmente, en el panorama internacional, aún la opinión pública mundial no acaba de reaccionar frente al hecho de que Trump si buscará cumplir todas sus promesas, tal como se puede deducir del Gabinete que presentó al Senado y de su discurso de posesión, que terminó de despertar a los que aún no se la creían. El Brexit se empezará a implementar en el Reino Unido para separar las cobijas con sus hermanos europeos y en Francia la representante del viejo movimiento de ultraderecha de la familia Le Pen, liderado hoy por Marie Le Pen, comenzó el año liderando las encuestas de las elecciones que serán en abril, gracias a que el resurgimiento de los nacionalismos por la llegada de miles de refugiados de Siria e Irak, hizo que su viejo discurso se convirtiera de un día para otro, en la mayor preocupación de las clases trabajadoras europeas, que sienten amenazados sus empleos.
Como vemos, 2017 no será muy diferente de 2016, y el reto para las democracias liberales que nuestras generaciones conocemos, será reaccionar con flexibilidad y rapidez para no sucumbir a la nueva ola de contra globalización desencadenada por el miedo. Miedo a perder el nivel de vida alcanzado por parte de las clases medias por la llegada de los inmigrantes, o miedo al terrorismo, o sencillamente, miedo a todo lo que es diferente a lo que conocíamos hasta ahora.