Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Ha sido tradición nacional su uso y los triunfos en las justas deportivas de esta disciplina así lo demuestran. Leyendas del ciclismo colombiano como Roberto “Pajarito” Buitrago, Martin Emilio “Cochise” Rodríguez, Lucho Herrera, Fabio Parra, más recientemente Nairo Quintana, Rigoberto Urán y cientos de compatriotas han lucido triunfalmente la camiseta nacional confirmando nuestra pasión por el deporte. Los más exigentes circuitos siempre han contado con la participación nacional. La Federación Colombiana de Ciclismo, preparadora de atletas de alta competencia, entrena los integrantes de la Selección que competirán en elCampeonato Mundial de Ruta en Florencia, Italia, la próxima semana.
Destacados y conocedores arquitectos como Benjamín Barney Caldas y consultores en movilidad como Carlos A. González G., han escrito con lujo de detalles sobre las bondades de la bicicleta, sus usos y los ejemplos contemporáneos de ciudades con mayor complejidad que Cali. Absurdo es no actuar ante sus acertadas posiciones. No podemos seguir planeando y diseñando la ciudad con criterios anárquicos y arcaicos que nos arropan bajo los intereses de suntuosas, a veces innecesarias, Megaobras de puentes y soluciones viales para esa minoría urbana de automovilistas.
Una veintena de ciudades como Nueva York, Londres, Boston, Chicago, Melbourne, Praga, Toronto, entre otras, consecuentes con el complemento a sus sofisticados sistemas de transporte masivo ofertan un novedoso sistema de bicicletas compartidas poniendo a disposición del usuario miles de bicicletas las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Cali posee una red básica aproximada de 340 km que comparado a los 376 km en Bogotá es infinitamente superior en km por residente. El impulso de las administraciones distritales de Mockus, Peñalosa y sucesivos alcaldes han venido incorporando ciclo rutas como parte fundamental de la infraestructura vial urbana. Cali, contrariamente, desaprovecha su envidiable topografía plana y clima tropical en incorporar nuevas ciclo rutas al sistema vial.
El diseño y trazado del sistema integral de transporte masivo caleño fue injusto, miope y tímido en la consideración de la bicicleta como elemento intermodal complementario. Las ciclo rutas actuales, en vez de tener un diseño lógico de movilidad, en forma de espina de pescado, hacia las estaciones del MIO corren paralelamente a su trazado convirtiéndose más en ciclo paseos que solución de transporte.
Las administraciones municipales se han enfrascado en la problemática del automóvil, la motocicleta y dado la espalda a la más simple solución. El centro de la ciudad, invadido por la informalidad comercial, carece de carriles exclusivos para el uso de la bicicleta. No se ha incentivado parqueaderos públicos para la bicicleta que poco espacio ocupan. Las ciclo-estaciones podrían ubicarse en forma ordenada en las estaciones del MIO, que desafortunadamente, cada día alojan mas vendedores informales ocupando irregularmente el preciado espacio publico, sin acciones de defensa de lo publico de los entes correspondientes.
Existe una amplia y variada plataforma de entidades en torno a la temática del uso de la bicicleta que poco han sido escuchadas. Estos colectivos con gran pasión por el uso racional de la bicicleta, sin motivaciones de presión hacia las autoridades, trabajan silenciosamente con actitud cívica, brindando información práctica al ciclista.
¿Será que Planeación Municipal en la formulación del esquivo POT ha tenido en cuenta esta expresión citadina? ¿Cuántos kilómetros de ciclo rutas construirá la ciudad de Cali en los próximos cinco años?
La calidad de vida urbana no es producto de cuantiosas inversiones sino del uso racional de sus atributos.