Por Benjamín Barney Caldas
Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle, y Profesor Titular (Jubilado) de la misma. Docente en la San Buenaventura y la Javeriana de Cali, el Taller Internacional de Cartagena y la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá, e Isthmus Norte, en Chihuahua. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona.
A principios del siglo XIX sólo Londres tenia un millón de habitantes. A principios del XX ya había tres ciudades con más de un millón. Hoy hay 281. Las ciudades han existido por miles de años pero crecieron rápidamente después de la Revolución Industrial del XVIII. Desde mediados del XX se ha vuelto un fenómeno global como resultado de tres etapas: "incremento natural", "crecimiento económico" y "migración rural-urbana".
El "incremento natural" es el mayor factor de crecimiento en los países en vías de desarrollo, donde las sequías o la explotación de campesinos pueden causar extrema pobreza y eso los lleva a salir del campo buscando nuevas posibilidades pero también nuevas libertades. Paises en los que además la "migración rural-urbana " fue mayor después de la industrialización y hasta finales del XX.
Hoy las migraciones de un país a otro se suman por supuesto es a las ciudades más grandes y prometedoras del mundo. Pero ahora la razón más significativa es la económica pues cuando la economía de una ciudad prospera atrae a la gente. La promesa de trabajo y confort, encanto y destello atrae fuertemente, atracción que a su vez atrae mas personas, y así a continuación. (cyberschoolbus@un.org).
Actualmente la mitad de la población vive en ciudades y la mayor urbanización se da en Latinoamérica, debida a la migración promovida por las transformaciones en el campo, que reducen el uso de mano de obra allí. Las condiciones de la urbanización han contribuido, paralelamente, a incrementar y consolidar grandes núcleos de pobreza, debido a que no se tomaron las previsiones para generar condiciones aceptables de vida.
Además de las dificultades que sufren particularmente los desplazados pobres, por la carencia de servicios indispensables y de vivienda adecuada, los nuevos conglomerados urbanos se han convertido en lugares de asentamiento de redes de delito y en una fuente de problemas de seguridad que afectan en primer lugar a los pobladores anteriores de las ciudades, que a su vez se sienten también desplazados.
Los gobiernos de las ciudades deben tener en cuenta esta tendencia para, cuando menos, evitar el agravamiento de los problemas que genera. El aumento de la población urbana ha derivado en el incremento y la consolidación de grandes núcleos de pobreza. Además de las malas condiciones de vida de las poblaciones se plantean mas problemas de seguridad (Clarin.com, Buenos Aires 04/07/ 2007).
Por eso son urgentes planes de ordenamiento, a diferentes niveles, dado el explosivo crecimiento demográfico, que hace que ahora en el curso de una generación se tengan que vivir cambios significativos. Ya sea que se permanezca en la “misma” ciudad, cosa que ya no es cierta (Cali ha pasado de tener unos tres mil habitantes a finales del siglo XIX a tres millones a principios del XXI), o que se emigre a otras ciudades, como tantos colombianos.
Abuelos, padres y nietos viven ahora en ciudades diferentes, causando el desarraigo de todos con ellas, y la dificultad de comunicación entre generaciones que no comparten recuerdos de edificios, espacios y acontecimientos, con toda clase de consecuencias culturales. Por eso un PON (nacional), un POT (territorial) y un POU(urbano), tendrían que estar integrados. Y ser básicos, rotundos y cumplibles, pues el problema comienza con las excepciones.