*Ramiro Varela M.

Metrópoli

La decisión en segunda instancia del Consejo de Estado declarando el objeto ilícito, se constituye en el primer gran éxito de Rodrigo Guerrero en su gobierno, quien trazó como meta la recuperación del recaudo de los impuestos , en medio de la convicción que la  “privatización” del recaudo nunca ha debido entregarse. Siempre la  firmeza  gestionando  litigiosamente en los tribunales la ilicitud del contrato, ordenando la terminación unilateral del mismo, a pesar de no pocos detractores. Sicali ganó en dudosa licitación, administró los dineros con manto “oscuro” pues no se conocieron sus “dueños”.

Las administraciones de Apolinar Salcedo y Jorge Iván Ospina deben explicaciones a la Ciudad, por haber sostenido 7 años un contrato altamente perjudicial para los intereses; en donde murió también el Tribunal de Arbitramento, que se gestó “dudosamente” en octubre de 2011 y  puso en riesgo más de $50 mil millones de los contribuyentes.

Este resultado se logra también por el  ciudadano y  la  Procuraduría quienes demandaron  la ilicitud del contrato, “guerreros” todos, liderados por el  alcalde y la Secretaria de Hacienda, en la defensa de los  intereses municipales. Esta alegría nos anima a invitar a Rodrigo Guerrero, a resolver sus principales problemas, MIO y Megaobras, no llegan ni al 50% del proyecto inicial; inviabilizados económicamente  y que requieren de un Alcalde con mando para re –estructurarlos, de conformidad a la conveniencia técnica, costos y presupuestos, antes de que salgan los fallos legales y las protestas sociales.

 

*Publicado en el Diario Occidente