*Redacción
La industria Colombiana exporto el año pasado US$12 mil millones, un poquito menos que un año atrás y US$3.300 millones menos que en el 2011. Por ello la balanza comercial en los últimos 3 años fue altamente deficitaria lo que obliga a repensar el modelo económico colombiano.
Las importaciones el año pasado superaron los US$53.000 millones, con una importación de la industria manufacturera de US$44.000 millones, hecho que también debe tener preocupado al gobierno.
Y por supuesto que todo este desequilibrio económico afecta al dólar y más aun cuando se cuantifican las cifras de inversión extranjera, que en el año 2013 superaron los US$17.000 millones, cifra que prácticamente se ha sostenido en el 2012 y 2011. Esta inversión se orienta principalmente a la industria extractiva de petróleo y minería, en un porcentaje que supera el 80%, hecho muy preocupante para la generación de empleo y de riqueza nacional, pues la industria manufacturera y el agro, no reciben ese influjo externo.
Nuestro modelo económico se está fundamentando en la interdependencia de la explotación de nuestra minería y de los recursos naturales, teniendo en cuenta que las exportaciones que hace el país, las ¾ partes están orientadas desde la venta de bienes que se generan con nuestros recursos naturales.
El gobierno nacional lenta y progresivamente fue cambiando el modelo y ha desatendido al sector industrial manufacturero y agropecuario, que tiene un valor agregado muy alto por la utilización de mano de obra y aunque las cifras macroeconómicas siguen siendo relativamente buenas, en crecimiento del PIB, la desigualdad social y los problemas de la informalidad, son propios del tercer mundismo que agobia nuestra economía.
Por ello, una cosa es hablar con inversionistas del exterior sobre nuestra realidad económica y algo muy distinto, es observar los resultados de todas las encuestas de opinión, donde se interpreta cabalmente que piensan los colombianos sobre como va el país y como evalúan al gobierno, en temas de empleo, educación, salud, violencia, etc.
Por ello, es importante que el país mejore su agenda interna para minimizar los costos de los TLC e iniciar un claro modelo exportador de bienes y servicios producidos en Colombia, en actividades productivas que generen empleo, especialmente la mano de obra no calificada, por lo que se hace necesario reinventarse un modelo exportador.