Vida Nueva
Por Héctor De los Ríos L.
Evangelio de San Mateo 4, 12-23
Una vez presentado por Dios al pueblo en el bautismo, como el enviado y el Mesías prometido, Jesús da comienzo a su ministerio. El lugar escogido es la Galilea. No es fruto del azar o la conveniencia inmediata. Viene a dar respuesta a una antigua profecía de Isaías. En ese lugar, siglos atrás, a un pueblo derrotado y en máxima angustia, se le anunció que allí brillaría para él la luz de un gran día, el de la libertad. El contraste de las tinieblas, símbolo de la angustia y la tristeza y la luz como vida y gozo es manifiesto. Llega la victoria. El momento feliz de volver a recoger la cosecha, de repartirse el botín de guerra, como bendecidos y vencedores.
Jesús deja a Nazaret, a María, la madre amada, su oficio de artesano, su familia, su entorno social y se establece en el centro de la región, la ciudad fronteriza de Cafarnaún, al borde del lago de Galilea. De nuevo encuentra un pueblo en tinieblas que en él va a ver la luz de un gran día.
¿Qué hacer? En primer lugar proclamar la llegada de la irrupción de Dios en la historia del hombre. El destinatario no puede permanecer indiferente. Es necesario abrir el corazón a ese anuncio, cambiar el rumbo de vida y hacerse discípulo de Jesús. Y luego, llamar colaboradores incondicionales, listos a dejar el mundo donde se vive y seguir a Jesús, recibir su acción salvadora y comprometerse en su misión por siempre. Tenemos los nombres de los primeros llamados: Simón y Andrés, Santiago y Juan, hombres adultos, trabajadores, que escuchan la llamada urgida de Jesús: síganme y sin pedir explicaciones ni poner condiciones se van con él. Dios no ha querido hacer la salvación del hombre por sí solo. Ha querido comprometer al hombre y a la mujer en esa obra.
Yo soy también llamado, formado, acompañado para una misión en el mundo. Lo realizo a través de mis labores en el hogar, en el trabajo, en el campo social, y descubro que soy hijo de Dios llamado a entrar en su vida y felicidad. ¿Cómo le estoy respondiendo al Señor?