Alianza del Pacífico, de qué competitividad hablamos? Por Andrés Moreno Ingeniero Agrícola – Master en Ingeniería Civil Experto en manejo de recursos naturales con sistemas de información geográfica La tan nombrada búsqueda de la competitividad del Pacífico Colombiano pasa necesariamente por el mejoramiento de los factores de producción.Se han diagnosticado numerosas veces todas las bondades climáticas y geográficas que tiene la región. Que el suroccidente Colombiano cuenta con universidades y centros tecnológicos con capacidad para formar el capital humano que se necesita. Que existe una muy buena disponibilidad de tierra, de fácil acceso y a precios competitivos. Sin embargo en infraestructura, a pesar de las importantes inversiones de los últimos años, ésta está aún muy lejos de ser la requerida para dar el salto. La conexión multimodal con Buenaventura y su enlace con los llanos orientales es una Megaobra a la que le falta mucho para ser una realidad.Si desglosamos el factor infraestructura, tenemos el transporte aéreo. La reciente aprobación de las obras del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón tendrá un impacto muy positivo en el sector. Eso sí, se hace necesario revisar lo que está pasando con Buenaventura, Santana, Popayán, Guapi, Tumaco, Ipiales y Pasto, si queremos pensar como región. Estas obras abren las puertas para que a este importante nodo aeroportuario llegue en el corto plazo una verdadera aerolínea regional. De esta manera, con un aeropuerto internacional moderno y alianza del pacifico en marcha, la región podría reducir su dependencia del HUB del Dorado. Desafortunadamente, el Sur Occidente ha sido siempre tratado como un mercado secundario, desconociendo sus verdaderas potencialidades. Y no solo esto, la importancia que tiene una aerolínea regional para el Sur Occidente, radica en el mejoramiento de la comodidad y de los tiempos de conexión con Centro, Nor y Sudamérica, factor sumamente importante para el inversionista.Siguiendo esta línea de pensamiento no sería utópico pensar, que mejorando igualmente otros aspectos (impuestos, mantenimiento, logística y precios del jet fuel por ejemplo) se lograra en el mediano plazo, la conexión directa con Asia-Pacifico y/o Asia-Medio Oriente-Africa. Estamos hablando de posicionar aquí un HUB regional para una grande del transporte aéreo mundial, llámese Korean Airlines, JAL, Fly Emirates, Singapore Airlines, China Airlines, etc.Continuando el discurso de los factores de producción (complementarios al transporte), tenemos en la región otro verdadero cuello de botella: la energía. Hoy por hoy las condiciones del mercado de la energía (oferta/demanda) en el Sur Occidente son las menos competitivas del país. La gasolina, el diesel, el jet fuel, el gas, la energía eléctrica y hasta el carbón, tienen una muy limitada flexibilidad en cuanto al abastecimiento y sus precios (somos un ramal de una red centralizada, que debe lidiar con el paso de dos cordilleras). Esto claramente se traduce en elevadas tarifas, así como en una continuidad de la oferta energética muy vulnerable a los factores climáticos y de seguridad. A esto le sumamos que en la región tenemos una reducida capacidad de generación hidroeléctrica, que ha permanecido invariada o mejor “congelada” desde hace varios decenios (la microgeneración como opción a los grandes proyectos hidroeléctricos, no es muy representativa). Y ni que hablar de la inexistente inversión en geotermia, particularmente en Cauca y Nariño donde existe un comprobado potencial (vuelve y juega la falta de redes de interconexión y el factor histórico de la inseguridad: áreas de fuerte presencia guerrillera).Por otra parte, celebro mucho la decisión de la construcción de la planta de regasificación en la Costa Atlántica, lo cual significa un hito muy importante para la sostenibilidad energética del País. Sin embargo, esta importante obra va a reforzar el “viejo” esquema que prioriza otras regiones. Es cierto que respecto al Sur Occidente, la Costa Atlántica tiene menores riesgos y costos para la realización de un proyecto de este tipo (infraestructura existente, gasoducto, redes de interconexión eléctrica, vías, etc.) y una geografía favorable. Y es aquí donde la planta regasificadora de Buenaventura se varó. Como decía en Minminas el Dr. Federico Rengifo, “es ahora tarea de los financistas-inversionistas” (y yo incluiría al gobierno también), “el buscar estrategias que permitan mejorar la factibilidad del proyecto”. La planta regasificadora de Buenaventura es fundamental para mejorar sustancialmente la competitividad de la región. Los inversionistas van ahí donde el Kw/hr cuesta menos y donde la red energética es robusta, no solo donde hay universidades y/o técnicos bien formados, y/o donde existen garantías jurídicas.Como comentario final, el “poliducto” que haría parte de este proyecto tiene un significado estratégico para el suministro de hidrocarburos en el país. El gas licuado podría venir directamente desde cualquier país de la cuenca del pacifico, siendo complementario al suministro de gas natural proveniente del caribe. El proyecto podría igualmente incluir como fase adicional, la construcción de una refinería, la que podría tratar el petróleo que llegue del Medio Oriente, o del Nord América, o podría darle valor agregado al petróleo que salga de Venezuela a través del oleoducto del Bicentenario, buscando a los países de la cuenca Asia – Pacífico.Como me decían siempre en la casa… soñar no cuesta nada.