La economía Milagrosa, Popayán un destino turístico religioso consolidadoInforme EspecialAlianzas con el Perú, para fomentar turismo hacia ciudades de ese país y con escalas en Popayán comienzan a gestarse.El turismo religioso movilizó hacia el suroccidente colombiano más de 600000 personas en la semana santa del 2014.La economía milagrosa de Popayán, es el resultado de una tradición en la que hay unas características propias y únicas.Por Oscar López Noguera Comunicador social periodista Universidad Javeriana.En el año 2013 Nominado al Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá. Ganador Premio Nacional de Periodismo a la Prevención de Riesgos Armando Devia Moncaleano. Ganador Premio Alfonso Bonilla Aragón Categoría Comunicación para la Ecología y el Medio Ambiente.El departamento del cauca apostó, como es tradicional a uno de sus principales factores de reactivación anuales como es la semana santa, con unas procesiones que ajustan siglos y que este año contaron con mayor asistencia que ediciones anteriores.El factor económico y en general de una tradición como destino del turismo religioso plantea para Popayán, una serie de alianzas que comenzaron a establecerse con el embajador del Perú en nuestro país, para que esta ciudad junto a ciudades de esa nación, con vocación hacia el turismo católico, generen “paquetes” para ofrecerlos en conjunto a visitantes internacionales.Es decir que uno de los renglones en que se trabajará fuerte es en el tema de una Alianza del Pacífico que identifica a las tradiciones religiosas como fuente de ingresos económicos fundamental para ciudades coloniales y con una oferta que atrae a todo tipo de públicos turísticos.Fotografía Francisco Fuentes Alcalde de Popayán, Cauca.Fotografía Néstor Popolizio Embajador del Perú en Colombia de visita en Popayán semana santa 2014.En el siguiente video uestedes podran observar la segunda parte de este especial de la economía de Popayán.Video crónica: La economía Milagrosa, Popayán un destino turístico religioso consolidado – Segunda parte