Los retos del tránsito municipalPor Guillermo E. Ulloa TenorioEconomista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.Por delegación constitucional y del Ministerio de Transporte, la máxima autoridad de movilidad de la ciudad de Cali le corresponde ejercerla el Secretario de Tránsito Municipal. Por ello, está bajo su vigilancia y autoridad el buen desempeño, desarrollo e implementación del sistema de transporte masivo de la ciudad. El primordial reto es dar solución al sistema de transporte masivo sumido en caótica crisis afectando la movilidad mayoritaria de la población.Al concebirse la transformación de un sistema arcaico de rutas, atendido por sinnúmero de diferentes tipos de buses, hacia moderna plataforma con recorridos únicos, carriles exclusivos, estaciones y paraderos para comodidad del usuario, debió la ciudad pasar de aproximadamente 5000 automotores a una innovadora flota de equipo rodante especializado de aproximadamente 1600 unidades. En los años trascurridos, se han desvinculado y chatarrizado más de 3600 vetustos equipos y faltando aproximadamente 1300 que cubren algunas rutas donde el MIO no presta servicio, pero sí otras donde existe paralelismo. Desafortunadamente el sistema apenas moviliza 500 mil pasajeros diarios cuando las expectativas eran de 700 mil, con lo cual los concesionarios llegarían a punto de equilibrio operacional. Se atribuye este desfase, además del paralelismo, completar la última fase de la plataforma que recorre el oriente, corredores en ladera, incremento desbordado de la piratería y crecimiento del parque de motocicletas, entre otros.Quizás el error fundamental y estructural yace en la falta de un estudio previo, juicioso y ajustado a la realidad de la demanda diaria de viajes y sus respectivos origen y destino. De este error se concluye el desfase financiero de Metrocali. Adicionalmente la entidad incursionó improvisadamente convirtiéndose en contratista de obras públicas, ente planificador, desvirtuando su primordial vocación como operador de un sistema de logística de movilización de pasajeros. Miles de millones de pesos se han esfumado por precarias, inseguras e innecesarias contrataciones, parálisis en algunas obras con sobrecostos desbordantes y obras inconclusas.El tráfico de vehículos particulares se ha convertido en galimatías. El desbordado incremento del parque automotor genera trancones que reducen la velocidad promedio. La falta de un sistema de semaforización inteligente que regule los flujos es inaplazable. La proliferación de reductores de velocidad, mal llamados “policías acostados”, genera lentitud de movilidad, especialmente en los recorridos de buses padrones del MIO, que deben reducir la velocidad al pasarlos. La velocidad mínima de las vías debe ser objeto de análisis. Como ejemplos, no es justificable que la Autopista sur oriental, con todos los pasos elevados sobre ella construidos, no tenga capacidad de soportar una velocidad mínima de 70 kph o el túnel de la Avenida Colombia pasar de 50 a 60 kph. La señalización uniforme y adecuada es inexistente. El permitido cruce a la derecha en semáforo rojo debe señalizarse con el fin de mejorar tiempos de recorrido. La capacidad de respuesta de los guardas de tránsito en descongestionar las vías por accidentes debe mejorar sustancialmente. Los insulsos retenes de policía, convertidos en permanentes, sobre vías principales verificando documentos deben ser reubicados. El parque automotor de transporte escolar, en busetas pequeñas, debe ser reemplazado por buses de mayor tamaño. La congestión de la comuna 22 generada por los centros educativos merece especial atención con desvíos y mejoramiento de vías, que permitan mayor movimiento. La bicicleta merece atención como elemento intermodal complementario. El centro de la ciudad carece de carriles exclusivos para el uso de la bicicleta. No se ha incentivado parqueaderos públicos para la bicicleta. La ciudad debe aprovechar su envidiable topografía plana y clima tropical en incorporar nuevas ciclo rutas al sistema vial, mediante un agresivo proyecto ciclo vial. El peatón, preciado en innovadoras urbes, mediante amplios andenes, despejados de ventas callejeras, iluminados y con pie de fuerza policiva garantizando la seguridad y buen uso del espacio público, son complemento ideal en zonas de alto tráfico como oficinas públicas, centros médicos y comerciales, parques y entre estaciones del MIO.La actitud represiva de la Secretaría debe cambiar hacia la inclusión y acompañamiento de la ciudadanía en soluciones de movilidad.