Responsabilidad ElectoralPor Guillermo E. Ulloa TenorioEconomista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.Cuando levantamos la pluma para escribir y compartir ideas tenemos la obligación moral de ser responsables con la palabra. Es por ello que deploró el cubrimiento noticioso que los grandes medios nacionales han destacado hacia lo escandaloso, pernicioso, perspicaz y picaresco, en vez de concentrar la atención hacia la realidad y necesidad de la patria, en crucial momento electoral.Finalizando la primera etapa del proceso electoral presidencial colombiano nos queda el sinsabor de haber presenciado una de las campañas más enlodadas por escándalos y guerra sucia entre candidatos. El proceso ha carecido de dinámica de proyectos, ideas y plataformas ideológicas. Se ha centrado en polarización de poderes. Por un lado el aparato reeleccionista, y por otro la práctica de consolidar la fuerza e ímpetu político ex presidencial.Embarazoso que la participación activa de los grandes medios, a excepción de algunos columnistas de opinión, haya concentrado su actividad en amplificar los ataques de campañas, buena parte de ellos rayando en comportamientos penales.La responsabilidad social de los medios, concepto que por más de seis décadas ha proclamado, la libertad de prensa, debe imperar en la etapa crucial electoral que vivirá el país próximamente. Debe ocuparse en expresar con la mayor objetividad posible, alejada de apasionamientos, el acontecer diario. Los debates deben servir para presentar el libre intercambio de comentarios y plataformas programáticas, con el fin de percibir de los aspirantes a la Presidencia la realidad de su visión hacia la Colombia del próximo cuatrienio.Los colombianos merecen escuchar abierta y objetivamente los planteamientos de los dos candidatos que llegan a la etapa final del proceso. Sus planteamientos sobre Seguridad Ciudadana, Educación, Salud, Infraestructura, Economía, Vivienda, Relaciones Internacionales, Medio Ambiente, Minería, Recursos Naturales, entre otros, son base fundamental para tomar la mejor decisión posible para elegir el mejor.El proceso de paz, que equivocadamente la campaña reeleccionista apropio como suyo, terminó, como debe ser, en sentimiento común, de política de estado, de la población que queremos un cese a tan horrenda guerra civil que abarca varias generaciones. Con algunas diferencias metodológicas, todos los candidatos, inclusive el candidato-presidente, consideran que el cese unilateral de los grupos ilegales armados es condición inequívoca para concluir las etapas faltantes.Debemos resaltar la prudencia del equipo negociador del gobierno que, presumimos, debió recibir presiones para acelerar el proceso, pero no sucumbió ante la importancia histórica del acontecimiento.Parafraseando al ilustre, brillante militar y líder político caleño, Benjamín Herrera, cuando hace cien años buscó la unificación partidaria para enfrentar la secesión de Panamá y acabar con el innecesario derramamiento de sangre;El proceso de paz,como la Patria está por encima de los partidos.Por ello hago un respetuoso llamado a todos los medios, incluyendo redes sociales, en trabajar en función de un exitoso proceso final. Deben alejarse de prácticas indeseables de asesores externos que utilizan el facilismo de la debilidad del otro candidato, en vez de resaltar la fortaleza de su asesorado, conscientes que los medios prefieren destacar el escandalo sensacionalista, superfluo y calumnioso. Uncategorized