Dios: Comunidad de AmorPor Héctor de los RíosVida Nueva Después de haber contemplado ampliamente la obra de Jesús en su misterio pascual, realización del proyecto salvífico del Padre y de acogerla en el don de su Espíritu, colocamos hoy nuestra mirada en el misterio de la Santísima Trinidad. “Tres personas distintas, un solo Dios verdadero”, así confesamos al Dios en quien nuestra vida fue sumergida bautismalmente. En un día como hoy proclamamos que la vida trinitaria, la intimidad del Padre y del Hijo y su Amor, es la medida, la gracia y la inspiración de nuestras relaciones con Dios y entre nosotros. Es tan claro que se trata de un misterio inagotable que conocemos experiencialmente, en la medida en la medida en que se impregna en nosotros, que San Pablo saludaba a su comunidad –quizás la más complicada en materia de relaciones comunitarias- con una frase que le recordaba lo esencial de su fe y el estilo que debía caracterizar todas sus relaciones: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”.Pero, ¿Qué cambia el hecho de creer en la Trinidad? ¿Qué experiencia de vida se inscribe detrás de esta revelación del ser de Dios? ¿Cómo vivir de esta vida trinitaria? 1. Una revelación que proviene de Jesús, el Hijo Ante todo tengamos presente que si nosotros confesamos que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, lo hacemos gracias a la enseñanza, la vida y el misterio de Jesús. Pero ya desde antes –en el Antiguo Testamento- el pueblo de la Biblia lo presiente y, después, poco a poco, cuando los apóstoles hacen la experiencia pascual, la vida y la fe de las primeras comunidades cristianas lo comprenden de manera inequívoca. La experiencia de un Dios Trino es fe y vida, vida y fe. No hay duda que la intimidad de los Tres fue vivida espontáneamente por los primeros cristianos después de la Pascua cuando ya se había cumplido la promesa de Jesús sobre la venida del Paráclito: “Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa” (Juan 16,13). Pero después de la experiencia viene la “formulación” de lo vivido y comprendido; es así como se va llegando poco a poco a la confesión de que Dios es Trinidad Santa. Uncategorized