El Niño, fenómeno para prevenir y construirPor Óscar López NogueraEl fenómeno de El Niño, que afectará a los sectores agrícola, pecuario y pesquero, debe ser visto como una oportunidad para construir vías, pistas aéreas y otras obras de infraestructura.Este evento natural está en proceso de gestación en el océano Pacífico, donde irá evolucionando hasta su formación, entre agosto y septiembre.En la actualidad, las aguas del Pacífico oriental (donde está el litoral colombiano), que por lo general cuentan con una temperatura de 24°C, presentan un aumento entre 1.6 °C y 1.8 °C. Dependiendo del grado de maduración del evento climático, podrían llegar hasta los 27°C. Emel Vega, meteorólogo y profesor de la Universidad Nacional, afirma que con la temperatura superficial del mar a 2 °C por encima de la norma durante más de cuatro meses consecutivos, se considera la existencia de un evento de El Niño.Además explica que bajo condiciones normales las aguas tropicales cálidas se encuentran en el océano Pacífico occidental, pero debido a que los vientos alisios se han debilitado, las aguas se han desplazado progresivamente hacia el costado oriental. Así se origina este evento natural.Dentro de los hechos destacables se cuenta el aumento del nivel del Pacífico entre 30 y 50 cm frente a las costas colombianas, que en momentos de pleamar aproximará el nivel del océano a los palafitos de poblaciones ribereñas como Buenaventura y Tumaco.Adicionalmente se presentarán fuertes precipitaciones en Perú y en el norte de Chile, territorios que usualmente son áridos. En Colombia, se generará déficit de precipitaciones en el Urabá y la región Andina, al igual que en la zona Caribe.El agro en alerta Uno de los gremios afectados será el de la pesca, los peces que habitan la región migrarán hacia otros sectores en busca de zooplancton, fitoplancton y mejores condiciones.Otros renglones ampliamente vulnerables son los agrícolas y pecuarios. La producción de leche se ve muy afectada cuando se reducen las precipitaciones; los arroceros y los productores de yuca podrán sentir sus inmediatos efectos; los palmicultores, por su parte, experimentarán la reducción de la producción dos años después.El gremio de producción de papa también se ve perjudicado, al igual que los floricultores, quienes no solo padecen las escasas lluvias, sino también el surgimiento de las heladas.El profesor menciona que este evento climático se ha presentado desde hace mucho tiempo y no es resultado del calentamiento global. Los que se tienen reseñados han ocurrido en 1567, 1568, 1578, 1891, 1899, 1901, 1925, 1926, 1940, 1942, 1957, 1958, 1964, 1965, 1972, 1973, 1982, 1983, 1986, 1987, 1997, 1998 (evento fuerte, generador de considerables pérdidas económicas), 2002 y, el más reciente, entre el 2009 y el 2010.Tiempo de obras civilesEl experto aconseja que se puede aprovechar este tiempo para construir obras civiles como la extracción de los sedimentos de ríos, arroyos y canales para que tengan mayor capacidad durante los eventos de lluvias; y el fortalecimiento o construcción de muros de contención y jarillones sobre los ríos Magdalena y Cauca, así como en los complejos lagunares, sobre aquellas poblaciones que durante los excesos de precipitación son afectadas por los desbordamientos de estos ríos y ciénagas.Al mismo tiempo, se pueden construir reservas de agua en aquellas zonas donde la agroindustria sea extensiva o donde las sequías son muy extensas, como por ejemplo en el Casanare.“Igualmente, se puede aprovechar para la construcción de carreteras y la ampliación de pistas de aterrizaje”, concluyó Vega, quien considera que hay que mirar el aspecto positivo del fenómeno de El Niño. Uncategorized