El Dios que da vidaVida NuevaPor Héctor de los RíosSan Mateo. 14,13-21: «Comieron todos hasta quedar satisfechos».En este texto bíblico Dios, a través del profeta se dirige a los pobres, los necesitados, los hambrientos y sedientos, los que no tienen medios para proveerse de sus necesidades vitales.Dios les dice que proveerá sus necesidades, gratis. Comerán y beberán por nada. Porque su Alianza es una alianza de amor, y el amor produce vida. Dios es Dios de vida. Vida de gracia para la eternidad; igualmente vida humanizada en la tierra.Nuestro don de vida está continuamente amenazado, tanto en su nivel espiritual como humano. Persecución, angustia, tentación, hambre, pobreza, pecado… San Pablo, que experimentó él mismo estas condiciones, sabía que no pueden destruir nuestro crecimiento en todas las dimensiones de vida, con tal que estemos arraigados en la fuente de la verdadera vida, el amor de Cristo.El conocido Evangelio de la multiplicación de los panes es un símbolo de la preocupación de Cristo por cada aspecto de la vida humana. Y el tema de Dios como vida integral vuelve otra vez en las lecturas litúrgicas de hoy. En otros momentos de su misión, Jesús puso énfasis en la dimensión sobrenatural y eterna de la «vida abundante» que él traía. Hoy Jesús está mostrando que la vida espiritual, la vida para la eternidad no suprime la importancia de una vida temporal humanizada. Dios no es sólo Dios de salvación, sino también Dios de creación, y los dos van juntos en el don de la vida integral. Esta es la razón profunda del por qué la Iglesia y nosotros cristianos trabajamos por la justicia y la paz: la opresión y la violencia destruyen la vida. Esta es la razón profunda de la opción preferencial por los pobres: la miseria, el hambre, la ignorancia, el desempleo y cosas parecidas disminuyen la vida. Esta es también la razón de la posición de la Iglesia ante el aborto: una vez más la vida está en juego.Algunas gentes piensan que todas estas cuestiones son temporales y políticas, y que la religión y la Iglesia no debían meterse. Pero si en acuerdo con la Biblia y la fe de la Iglesia Cristo vino a traer «vida abundante», en la dimensión eterna y humana, entonces estas cuestiones sociales y temporales vienen a ser también realmente cuestiones religiosas. Tienen que ver con el plan de Dios de dar vida abundante a su pueblo.Según el dicho cristiano, «si yo tengo hambre, es un problema biológico. Pero si mi prójimo tiene hambre, se convierte en un problema espiritual».