Leche materna reduce niveles de estrésAdemás de las diferencias en sus componentes nutricionales, la leche materna y la fórmula láctea también generan niveles de estrés distintos que marcarán el comportamiento del bebé en el futuro.Estos fueron algunos de los resultados obtenidos por Samantha Agudelo Cañas, estudiante de la Maestría en Fisiología de la U.N., quien trabajó con un grupo de madres lactantes que ofrecían a sus hijos leche materna de forma exclusiva o fórmula láctea.La leche materna genera en los niños niveles de cortisol (hormona que se secreta ante la presencia de estrés) más altos en comparación con aquellos que consumen fórmulas lácteas. Esto se debe, posiblemente, al efecto de la contracción muscular que deben hacer al momento de la succión.Esta situación no ocurre con los niños que consumen fórmulas lácteas, pues el proceso de succión es nulo y no requiere de esfuerzo muscular para obtener la leche del biberón.En la succión de leche materna, el infante tiene que hacer un movimiento especial con la cavidad oral y la lengua para extraer la leche del seno de la madre. El estudio reveló que estos niños presentaron niveles de cortisol significativamente más altos, que aquellos que consumieron fórmula láctea.Se considera que niveles altos en etapas tempranas pueden ser un factor protector frente a situaciones estresantes posteriores.“La lactancia materna puede aumentar el número de receptores de cortisol en el sistema nervioso central, específicamente en el hipocampo. Esto genera un aumento en la sensibilidad de esta hormona y en etapas posteriores de la vida, producirá mayor sensibilidad al cortisol, por lo tanto una respuesta física y emocional disminuida ante una situación estresante”, explica Agudelo, nutricionista y dietista.De esta manera, un niño, un adolescente o un adulto que posiblemente fue alimentado con leche materna responderá mejor ante una situación crítica.En cuanto a las madres, aquellas que amamantan a sus hijos presentaron niveles de cortisol muy altos, en comparación con las que alimentaron a sus hijos con fórmula láctea. Después de la alimentación, a los 5, 10 o 20 minutos se encontró una reducción de esos niveles.“Esto nos lleva a pensar que la lactancia materna disminuye la ansiedad y el estrés que vive la madre durante el período de alimentación y que la protege frente a situaciones como la ansiedad y la depresión posparto”, señala Agudelo.Las que alimentan a sus hijos con fórmula láctea presentan valores más reducidos de dicha hormona, posiblemente porque saben qué cantidad de leche le están dando al bebé, ya que con ayuda del tetero pueden cuantificar cuántas onzas tomó el niño, mientras que esto no ocurre con la leche materna.La experta recomienda que el niño debe alimentarse con leche materna de forma exclusiva hasta los seis meses de edad y de forma complementaria hasta los 2 años.En Colombia tenemos un promedio de lactancia de 1,8 meses de edad de forma exclusiva y 14,9 meses de forma complementaria, es decir la tasa es muy baja con respecto a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Academia Americana de Pediatría.Por último, asegura que su investigación es otra razón para incentivar la lactancia materna como método de alimentación durante los dos primeros años de vida, no solo por los beneficios que se han encontrado, sino por el fortalecimiento de la respuesta al estrés que pueden presentar las madres y los bebés. Uncategorized