Por Guillermo Ulloa

Poca importancia mediática se ha dado al importante crecimiento del recaudo tributario del Municipio  en lo corrido del año. La cifra divulgada, expresa que el incremento ha sido del 27% comparado al mismo periodo del año pasado. Sí a este logró sumamos el desempeño del 2013, que igualmente subió un 32%, es reflejo de la recuperación económica de la ciudad.

La proyección de la Secretaría de Hacienda es superar el recaudo del año pasado llegando a la histórica cifra, solo por concepto de predial, de $ 450,000 millones. Este hecho no solamente es resultado de la actualización catastral desarrollada en los últimos años sino a una tangible cultura responsable y noble del contribuyente.

Igualmente histórico es el comportamiento del impuesto de industria y comercio, el cual creció un 21%.Es un alentador panorama del sector productivo privado de la ciudad, en especial las pequeñas y medianas empresas, que ostenta disciplina fiscal en la cancelación oportuna del gravamen.

Las dos cifras crecieron un 24% proyectando un recaudo rentístico cercano a los $ 1.5 billones anuales.

Este positivo balance de la gestión se traduce en oportunidades viables para proyectos de inversión de libre destinación, apalancando proyectos de alto impacto ciudadano.

La contrapartida del egreso es proporcionalmente positiva. La inversión, cercana al billón de pesos, ha beneficiará programas de inversión social en los deprimidos sectores de educación, salud, centros de desarrollo infantil, recuperación de la malla vial, deportes y cultura.

El segundo semestre, sin la restricción de la ley de garantías, ofrece un horizonte despejado para ejecutar el mayor aforo presupuestal, para lo cual deberá la administración presentar al Concejo Municipal facultades extraordinarias para su ejecución.

La ciudadanía espera un profundo, juicioso y sensato análisis de la destinación de los recursos y no la consabida lucha por el poder entre legislador y ejecutivo. La cifra histórica de recursos, consecuencia del esfuerzo de la administración y el contribuyente,no pueden quedar en dilapidación y postergación de proyectos de mezquino impacto.  Tampoco puede ser objeto de favores en contratación de obras y burocracia.

El histórico recaudo ofrece auténtica oportunidad para que el Concejo Municipal demuestre ante su electorado que sus representados son dignos de la honorable curul que premiaron con su voto y favoritismo.

La inversión social, que se pregona efusivamente en épocas electorales, toca las puertas del Concejo y Administración como oportunidad insuperable para convertir en realidad.

 

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